La Audiencia de Sevilla ha condenado a penas de entre cinco meses y un año y nueve meses de cárcel a cuatro acusados que estafaron más de 700.000 euros a 75 personas, a las que prometieron rendimientos de hasta el 50 por ciento en un mes en inversiones en bolsa y derivados del petróleo.

Las acusadas Ana Belén G.A. y Dolores S.G., con la intención de “obtener un beneficio económico a costa de lo ajeno” aparentaban tener un “conocimiento y relaciones con empresas dedicadas a la inversión de capitales en bolsa, en derivados del petróleo y otras operaciones financieras que generarían gran rentabilidad”, según la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia a la que tuvo acceso este periódico.

Desde  desde mayo de 2011, obtuvieron pequeñas cantidades en efectivo para supuestas inversiones, con la promesa de hacerlo llegar a una sociedad inversora de Barcelona, asegurando que obtendrían una rentabilidad del 20 al 50 por ciento del capital invertido en tan solo un mes.

En total, recaudaron 700.000 euros en aportaciones de entre 20.000 y 60.000 euros, aunque uno de los afectados llegó a entregar 180.000 euros.

En esta estafa piramidal, según la sentencia, comenzaron a pagar la rentabilidad prometida con intención de dar seguridad a su engaño, con lo cual consiguieron atraer nuevos inversores del entorno de los primeros clientes. Además, para “aparentar seriedad” constituyeron en octubre de 2011 una entidad con sede en San Juan de Aznalfarache, donde una de las acusadas era peluquera de profesión.

También abrieron un establecimiento al público en El Puerto de Santa María donde “supuestamente desarrollaban las actividades de inversión” pero la realidad es que en esa ciudad lo que hicieron fue financiar con parte de las cantidades obtenidas un negocio de ictioterapia (exfoliación de los pies con peces) que había montado la pareja de Dolores.

Pagaron el alquiler del local y una factura de 2.124 euros para compra de peces destinados al citado negocio.

Todos los acusados reconocieron los hechos y se conformaron con las penas solicitadas por la Fiscalía:  Ana Belén un año de cárcel y su hermano José David cinco meses como responsable de ayudar en “la puesta en escena y con conocimiento de la ausencia de inversión”.

Estos dos acusados se conformaron al inicio del juicio, por lo que la sentencia les aplica la atenuante de colaboración con la Justicia por haber “informado desde las primeras diligencias realizadas por la Policía Nacional todos los hechos en los que han intervenido, así como la participación de la acusada Dolores S. G., y haber entregando a los agentes documentación relevante para la investigación”.

Dolores S. G., que se conformó una vez iniciado el juicio, ha sido condenada a un año y nueve meses. Todos ellos  se benefician de otra atenuante por dilaciones indebidas.