Tomares

Un año de cárcel por exhibicionismo ante siete menores

  • Abordó a niños y niñas de 12 y 13 años en Tomares

  • El juez le concede la libertad vigilada con la condición de someterse a tratamiento durante tres años

Un parque público de Tomares

Un parque público de Tomares / Juan Carlos Vázquez

Un exhibicionista reincidente ha sido condenado a dos nuevas penas de seis meses de cárcel cada una por delitos de exhibicionismo ante siete menores de edad, a los que mostraba sus genitales y se masturbaba delante de ellos.

El acusado actuó en esta ocasión en Tomares: sobre las 22 horas del 1 de septiembre de 2016, cuando una niña de 13 años caminaba por las inmediaciones del edificio de Aljarafesa, el acusado se bajó las calzonas y “con el propósito de satisfacer sus deseos libidinoso” empezó a masturbarse. La menor huyó del lugar al encuentro de su madre.

El 2 de octubre de 2016, el acusado se encontró con seis niños, todos ellos en torno a 12 años, cuando salían del Parque Botánico de Tomares. Al percatarse de su proximidad y presencia, el acusado “llevado por propósito libidinoso” se bajó ante ellos los pantalones, mostró los genitales y empezó a masturbarse, según la sentencia del juzgado penal 4 de Sevilla a la que tuvo acceso este periódico.

El acusado dijo en el juicio que no se bajó los pantalones y que lo que enseñó fue un pene de mentira pero todas las víctimas afirmaron que “estaban seguros de que eran sus genitales y no algo artificial” y que  identificaron al acusado sin lugar a dudas en Comisaría.

Según el juez, la versión del acusado no tiene ningún indicio de realidad y “no se comprende que si lo que tenía era un pene artificial de goma no dijera tal cosa a lo largo de la instrucción y lo diga ahora en el acto del juicio”. Además reconoció su presencia en los lugares donde se desarrollaron ambos hechos enjuiciados.

Por contra, el relato de las víctimas fue “terminante” y su testifical fue “numerosa, abrumadora, lógica, verosímil y persistente, pues los menores siempre han dicho lo mismo a lo largo de todo el procedimiento”

El condenado tenía otra pena anterior de 12 meses de multa, dictada en enero de 2013, por un delito de exhibicionismo. La nueva sentencia precisa que padece un trastorno de personalidad de parafilia exhibicionista que le produce una “moderada afectación de sus capacidades volitivas”, por lo que con esta atenuante es condenado a dos penas de seis meses cada una, en lugar de un año de cárcel por cada delito como pidió la Fiscalía.

El juez decreta su libertad vigilada con la condición de someterse a tratamiento médico psiquiátrico en el Centro de Salud Mental que le corresponda durante tres años y prohibición de acercarse durante esos tres años a menos de 300 metros de los menores afectados y comunicarse con ellos por cualquier procedimiento.

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