Siniestro en la calle Cuna

Una tienda de novias es indemnizada por la explosión de cinco arquetas

  • Las explosiones en hora punta alarmaron a los transeúntes en vísperas de la Semana Santa de 2018

Dispositivo de emergencias desplegado tras las explosiones

Dispositivo de emergencias desplegado tras las explosiones / Juan Carlos Muñoz

Una pequeña tienda de ropa de novias ha sido indemnizada por los desperfectos ocasionados por la explosión y posterior incendio de varias arquetas eléctricas en la céntrica calle Cuna. Ocurrió el 21 de marzo de 2018 a una hora punta comercial y cuatro días antes del comienzo de la Semana Santa, lo que provocó escenas de pánico por el temor a que hubiese sido un atentado terrorista.

Las explosiones se produjeron hacia las 17.45 horas del 21 de marzo de 2018. La tienda de novias Laura López será indemnizada por la sustitución de las baldas, apliques y focos, gastos de pintura, cristalería y tintorería de los trajes estropeados y del vestido de novia que en ese momento se estaba probando una clienta.

La sentencia del juzgado de primera instancia 15, a la que tuvo acceso este periódico, dice que aunque la compañía eléctrica Endesa presentó su propio informe pericial que atribuyó la deflagración a la instalación de aguas de Emasesa, ya el atestado de la Policía Local recogía las declaraciones de los operarios eléctricos en el sentido de que el suceso “ocurrió por un cortocircuito en la red eléctrica”.

“El olor aparente a gas era debido a la quema de los cables por el cortocircuito por la sobrecarga de red”, añade la sentencia.

La onda expansiva de la deflagración de dos arquetas eléctricas hizo que también saltasen dos tapas de alcantarillado y la tapa de saneamiento de uno de los locales comerciales, por lo que las explosiones y la posterior nube de humo afectaron a varios comercios.

“Una verdadera tragedia” de haber coincidido con la Semana Santa

El abogado que presentó la demanda, Julio González Escobar, indica a este periódico que “David ha vencido a Goliat”, pues su cliente se vio obligado a presentar esta demanda después de “un largo año de reclamaciones completamente infructuosas, escritos, quejas y peticiones de mil colores”, en las que siempre obtenían “la callada por respuesta. “El consumidor siempre tiene que insistir de forma denodada”, afirma.

Por su parte, Manuel García, propietario de la empresa Laura López, lamentó que “hemos estado a punto de tener que cerrar el negocio en varias ocasiones. Hemos aguantado gracias a Dios y a nuestra clientela. Con esta sentencia se hace justicia ante una adversidad que tuvimos que capear como pudimos“.

El empresario recuerda que las explosiones podrían haber causado “una verdadera tragedia” de haberse registrado unos días después “en plena Semana Santa y pasando procesiones por nuestra calle”.

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