El juzgado de lo Penal número 11 de Sevilla ha sentenciado a Antonio G. D. a cuatro meses de cárcel por un delto de maltrato animal y un año de inhabilitación para trabajar en empleos relacionados con animales por permitir que una yegua de su propiedad muriera en estado de extrema desnutrición. Según la sentencia, el animal estaba tan debilitado "que perdió la movilidad debido a un cuadro de anorexia, atenia y anemia", como consecuencia de que el dueño "la había abandonado a su suerte".

Los hechos ocurrieron en 2014 cuando los agentes de la Policía Local de un municipio del Aljarafe vieron en una parcela a una yegua moribunda. El terreno era propiedad de un vecino de la localidad que se dedica a la compra venta de caballos y otros animales. Al pasar una segunda vez, encontraron el cadáver del animal "tapado con maleza intentando ocultarla". 

Durante el juicio el acusado mostró su conformidad con el contenido del escrito del fiscal. Por otro lado, al ser  el primer delito cometido y no exceder de dos años la privación de libertad y no existir responsabilidades civiles, "procede concederle la suspensión de la ejecución de la pena impuesta".