La futura ordenanza de limpieza insta a buscar soluciones para reducir el riesgo que supone la cera vertida en la vía pública después de Semana Santa y de otras festividades y acontecimientos. La cera adherida al firme provoca lesiones fundamentalmente en viandantes y motoristas, sobre todo si el calor de primavera reblandece el residuo. La cera no retirada es un factor de riesgo que el Ayuntamiento pretende reducir al máximo. Con tal motivo, además de adelantar su retirada con maquinaria especializada, el texto normativa recoge en su artículo 78 apartado 11 la participación de la comunicad científica para buscar una solución. El Ayuntamiento se obliga a sí mismo a buscar una solución innovadora al respecto. Oficializa así la necesidad de afrontar un problema que obliga al Ayuntamiento a pagar cada año indemnizaciones por siniestros varios. “En aras de velar por el adecuado mantenimiento del espacio público y proteger la seguridad de peatones y personas usuarias de vehículos, el ayuntamiento, junto con la comunidad científica, empresas especializadas y las hermandades y cofradías y las entidades que organicen cortejos procesionales, analizarán métodos innovadores para paliar, en la medida de lo posible, los efectos del vertido de cera al suelo. En ningún caso se limitará el uso de cirios en la calle”.
El artículo referido a la cabalgata.
Una curiosidad del artículo es que al hacer referencia a las “entidades” que organizan cortejos se está reconociendo a las asociaciones que organizan procesiones con gran éxito de público, conocidas popularmente como las piratas, pero que no están avaladas por la autoridad eclesiástica. El Arzobispado ha formulado además avisos alertando de que pueden inducir a la “confusión” de los fieles. Pero a los efectos de la limpieza, vierten cera como una cofradía más.
"Desperdicio alimentario" en la Cabalgata
La cabalgata también está contemplada, pues se considera un “desperdicio alimentario” la cantidad de golosinas abandonadas por las calles cada 5 de enero. El artículo al respecto, tal como está redactado ahora mismo dice así: “En aras de prevenir la generación de residuos, evitar el desperdicio alimentario y velar por el adecuado estado de limpieza del espacio público, se fomentará la paulatina disminución del reparto de caramelos en las Cabalgatas de Reyes hasta niveles sostenibles y, en particular, la de caramelos duros y masticables u otros similares de especial adherencia al pavimento”. El texto todavía tiene que ser sometido a la consideración del Pleno.
El alcalde, José Luis Sanz, denunció reiteradamente la tardanza en retirar la cera tras la última Semana Santa, cuando ejercía como candidato a la Alcaldía. Esta nueva ordenanza es uno de sus objetivos del mandato. Esta ordenanza tiene que incorporar los preceptos establecidos en la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, así como la Ley 3/2023, de Economía Circular de Andalucía, habida cuenta de que la actual ordenanza data de 2014, con la consiguiente necesidad de coordinación, subordinación y coherencia respecto de dichas leyes. El Ayuntamiento necesita regular también cuestiones como la limpieza en una ciudad con miles de pisos turísticos y más de tres millones de visitantes al año.
Otros objetivos
El borrador también actualiza las infracciones y a las sanciones correspondientes a conductas incívicas. De este modo, en relación con el empleo del espacio público por parte de distintas actividades, negocios, actos y eventos, se refuerza la obligatoriedad de limpieza y mantenimiento de la zona efectivamente ocupada y su zona de influencia. Se regula también la gestión de los residuos procedentes de apartamentos y viviendas destinadas a fines turísticos. En cuanto a las infracciones y sanciones, destaca la consideración como muy grave de las infracciones por pinturas vandálicas en elementos del patrimonio cultural o bienes de interés cultural, que puede suponer multas de 3.000 euros, sin perjuicio de la obligación de reparación de los daños causados, así como la consideración de la rebusca como infracción cuando, como consecuencia de ésta, se produzcan daños al mobiliario urbano (contenedores, ecopuntos, puntos limpios, etcétera). La normativa refuerza aquellos preceptos relacionados con la adecuada gestión de muebles y enseres, incluyendo la prohibición de abandonar este tipo de elementos en las calles.
