La caja negra

La deuda de Triana con Aquilino Duque

  • Al alcalde Espadas ya le dicen en privado: "Juan, tenemos un problema en Triana". La concejal susanista encargada de la zona empieza a liarla con asuntos que no deberían ser motivo para la polémica

El azulejo de Aquilino Duque pendiente de colocación

El azulejo de Aquilino Duque pendiente de colocación / M. G. (Sevilla)

EN Triana estaba La Anselma, donde los turistas acudían en tiempos a contemplar el cante y el taconeo. Y estaban la ensaladilla del Dulcinea, el ambiente genuino y sin tantas banderas del Bistec, el taller del joyero Fernando Morillo, el concejal Alberto Jiménez Becerril, los paseos de Sánchez Dubé para rezarle a la Estrella, el Mudo abriendo y cerrando cajoneras en la sacristía de Santa Ana, y el antiguo kiosko de las Flores con su carta de pescao frito. Ahora hay otras cosas, otro kiosko de las Flores, una cofradía de ruan, bares franquiciados, San Jacinto semipeatonal y una concejal susanista (perdón, socialista) que ha demostrado su verdadera talla al oponerse a la colocación de una azulejo en honor del escritor Aquilino Duque, un azulejo aprobado en su día, terminado y pagado con dinero público.

La verdad es que las juntas municipales del distrito Triana son como los buenos carteles de toros: se esperan con gran expectación. Deberían ser retransmitidas por streaming. La celebrada el pasado jueves no decepcionó. En el orden del día figuraba una propuesta del Partido Popular sobre la colocación de un azulejo en honor a Duque, ensayista y poeta que nació en la calle Betis. Esta petición no era más que un recordatorio del acuerdo tomado en julio de 2013, cuando la Comisión de la Velá de Santa Ana aprobó por unanimidad honrar al autor de obras importantes de nuestra literatura de finales del siglo XX, además de haber sido Premio Nacional de Literatura. Aquel azulejo se realizó, pero hubo que esperar a su colocación, pues en ese momento el inmueble estaba en obras. Sólo pudo hacerse un simulacro en el lugar, como muestra la foto que ilustra esta página.

Desde entonces, oh casualidad, el viento político ha cambiado el Ayuntamiento. El PSOE se hizo con el poder. La delegada de Triana fue Carmen Castreño en el primer mandato de Espadas. El Partido Popular le recordó a doña Carmen que debía culminar el encargo, pues el azulejo se encontraba en las dependencias de la Tenencia de Alcaldía y el gasto (dinero público) ya estaba hecho. Pero como parece que este tema le aburría a la corte socialista del momento, aquel azulejo siguió cogiendo polvo en el armario del despacho del subdirector, donde anda la pieza desde el 2013. Y no será por un azulejo más en Triana, porque bastante alicatada anda ya el barrio con desigual suerte.

Aquilino Duque Aquilino Duque

Aquilino Duque / M. G. (Sevilla)

Juan Espadas siguió de alcalde en 2020. Designó en esta ocasión para Triana a la concejal Encarnación Aguilar, (“Llamadme Nani, por favor”), fidelísima escudera de Susana Díaz en la Junta de Andalucía, nombrada en principio delegada de Bienestar Social, pero que un 11 de septiembre del 2019, tres meses después de acceder al cargo, el alcalde la cesó como tal para sacarla del núcleo duro del gobierno municipal. La versión oficial fue una reestructuración orgánica, pero la real es el duro enfrentamiento continuo que tiene con el alcalde. “Juan, tenemos un problema en Triana”, le dicen continuamente quienes bien quieren a este alcalde triangular, que se entiende con todos. Espadas inició así el suelte de amarras de la lideresa del Tardón.

Doña Nani no termina de hacer cumplir el acuerdo tomado por representantes del barrio. Por eso el PP llevó el asunto de nuevo ante la junta municipal del distrito. El portavoz del Partido Popular recordó de nuevo la historia del azulejo e indicó que se trata de algo pendiente desde hace siete años con el único fin de homenajear la figura de un personaje que literariamente es reconocido en España y el extranjero. Aquilino Duque es miembro de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, profesor de literatura en universidades internacionales y conferenciante asiduo en Universidades como Cambridge o Chapel Hill en Carolina del Norte (USA). Y tiene obras tan importantes como De Palabra en Palabra o El Mono Azul.

Probablemente doña Nani no haya leído ninguna de estas obras, ni tampoco los versos más preciosos que se le han dedicado al Cachorro. “Esta noche Manuel, tú sobre el puente...” . Los versos que dejan en ridículo a la mayoría de los pregones que han sido pronunciados hasta ahora con ínfulas literarias. Volvamos a la tierra. El resultado de la votación fue de siete votos a favor (Partido Popular, Vox y varias asociaciones), siete en contra (PSOE, Adelante Andalucía y varias asociaciones) y seis abstenciones (Ciudadanos y varias asociaciones). Para el desempate, la señora presidenta, doña Nani, emitió su voto negativo. No lo hizo en voz alta, sino con un gesto desaprobatorio al mismo tiempo que miraba al secretario. El pulgar hacia abajo como una Cesarina en el circo romano.

El mismo distrito que aprobó dedicar una glorieta al ex alcalde Monteseirín o un homenaje a los caídos en Triana durante la Guerra Civil, niega el reconocimiento a uno de nuestros escritores más brillantes. Aquilino tiene su personalidad enérgica, nadie lo duda. Algunos la hemos sufrido con sonrojo. Es capaz de montarte un pitote en público, pero nadie puede ni debe negarle su brillantez. Hacerlo sería una muestra de cicatería. Y que se sepa, ser de derechas no está tipificado en el Código Penal. Ni tampoco está reconocida la superioridad moral de la izquierda por la Organización Mundial de la Salud. 

Haría bien nuestro Juan (Espadas) en recordarle a doña Nani que se ha saltado a la torera el acuerdo de todo un barrio. Así se lo recordó el portavoz del Partido Popular: “Se trata de culminar un deseo de los trianeros y no particular, con un gasto público ya realizado y a una figura que siempre se ha sentido orgullosa de su nacimiento en Triana, amén de toda su significada trayectoria literaria”. Por cierto, que nadie de Vox pidió la palabra para defender la causa. ¿No cerró el escritor la lista de Vox en las últimas municipales por Sevilla? Ay, ay, ay... que me sabe a Calisay. Y en Ciudadanos se pusieron de perfil. ¿Pero esto no es una nación libre?Joder, qué tropa...

Así son los festejos en que se convierten las juntas municipales de Triana, donde vivaquea la enviada por nuestro Juan. “Juan, tenemos un problema en Triana”, se oye una y otra vez. La escudera del susanismo de la que tanto quiere desprenderse el alcalde, quiere ser la hembra alfa de un órgano representativo del barrio regulado por un reglamento orgánico. Doña Nani se jacta en las redes sociales de llevar la cultura a Triana, pero con el dedo pulgar niega un azulejo en homenaje a un Premio Nacional de Literatura. En definitiva, doña Nani nos va a dar tardes de gloria, porque Juan la ha alejado de Plaza Nueva. Y en el cortijo trianero no está pasando inadvertida.