¡El superinspector Pepe de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla!

La Caja Negra

Nos anuncian la buena nueva de que Sevilla por fin tiene un inspector para vigilar en horario de tarde las terrazas de veladores de toda la ciudad. ¡El Llanero Solitario en las caracolas de la Cartuja!

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Veladores frente a la Catedral
Veladores frente a la Catedral / M. G.

Oiga, el mérito hay que reconocerlo con independencia de su autor. Y el jueves fue el caso del señor gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez, que compareció en un foro de Adepa celebrado en la sede de la Academia de Buenas Letras para analizar el uso del espacio público. Vázquez dio la cara y aguantó preguntas muy diversas: desde la que se interesaba por un alcorque tapado con cemento a las que indagaban con toda lógica si la Gerencia de Urbanismo tiene un modelo de ciudad, pasando por las de la futura nueva pasarela del río o, por supuesto, el exceso de veladores. Vázquez, siempre con un tuteo de centro cívico a la hora de dirigirse a los asistentes, aguantó el tipo como pudo. Y se agradece que se expusiera a una sesión que por momentos pareció una junta de vecinos. La gran revelación del gerente (redoble de tambor) fue que con Sanz de alcalde ya hay un inspector de veladores por las tardes. ¡Eureka! "Se llama Pepe... José... Yo lo veo por allí y está hasta las doce de la noche. Antes no había ningún inspector para las terrazas de veladores a esas horas. Terminaban a las tres". Cáspita, semejante anuncio nos removió de la silla cuando estábamos admirando el retrato de ese pedazo de director de la Academia que fue don Ismael Yebra. Los de Netflix debería aprender de las técnicas de Vázquez para captar la atención de espectadores somnolientos. Mea culpa.

Es urgente que en el modelo de ciudad de Sanz se cuide al superinspector Pepe como si fuera un lince de Doñana. No tenemos el gusto de conocerle, pero tiene todo nuestro respeto. En la ciudad de las diez mil mesas con sus sillas y con más de mil licencias que se renuevan al año (sumen luego las ilegales), Sevilla tiene una suerte de David contra los abusos del Goliat que son ciertos hosteleros. Según reveló Vázquez, nuestro Pepe contará con un refuerzo el próximo 17 de octubre. ¡Largo me lo fiáis! ¡Un segundo inspector! ¡Sevilla tendrá dos inspectores para vigilar el cumplimiento de la legalidad en la vía pública cuando se trata de las terrazas de veladores! Está tardando alguien en publicar un titular: "Sanz emprende la cruzada contra los veladores ilegales con Pepe y anuncia ya un fichaje para la próxima temporada". Que suene la saeta con el fondo del palillero del tambor que esto es cosa fina. No hay narices de crear un cuerpo de inspectores como el que necesita una ciudad que vive en la calle. Ni esta Gerencia ni las anteriores desde que estalló el fervor por las terrazas por efecto de la Ley Antitabaco. Capotazos por allí y capotazos por allá. Parches, promesas huecas y discursos vacíos. No se quiere cambiar nada, tan sólo permanecer en el gobierno. No se está en los cargos para quemarse, sino para tener una agenda de actos sociales con acceso a empresarios que son más inteligentes, más listos y más rápidos y que, por lo tanto, usan a estos cargos transitorios para sus objetivos y después los desechan. Siempre la misma historia.

Casi era peor anunciar que Sevilla cuenta por fin con un inspector de terrazas por las tardes. Es como vocear que en el pueblo no hay policía los domingos. ¡Suelten la vaquilla que hoy no multan! Mejor hubiera sido guardar silencio y vender el número de expedientes abiertos por Pepe, que seguro que no para y da para un buen titular. Pero eso sería tener un plan de comunicación, una estrategia, un criterio. Y eso tal vez sea mucho pedir.

Hace tiempo que denunciamos que Sevilla no está preparada para el tiempo que le ha tocado vivir. No estamos en la Sevilla de los años 80, aunque el alcalde se haya criado en ella. Hoy asistimos a un uso frenético de la vía pública y no se han tomado medidas al respecto, salvo en la Semana Santa y a costa de disparar los pluses de los servicios de seguridad y emergencia. Al menos, el señor Vázquez dio la cara como no lo hacen los tenientes de alcalde. Primero oyó los discursos siempre interesantes de Javier Queraltó y Pablo Ollero. Y después atendió al siempre enérgico y sin pelos en la lengua de un gran ciudadano como Joaquín Egea, al que, todo hay que reconocerlo, el gobierno de Sanz concedió con todo acierto la Medalla de la Ciudad. Y después los de todos los que tomaron la palabra para quejarse de "lo suyo". Tal vez pecó de inocencia al revelar la verdad desnuda. Pero, al menos, podremos mandarle todo nuestro ánimo y comprensión a Pepe, el superinspector de la vía pública de Sevilla. A ver si el director económico y financiero de la Gerencia, señor Valdivieso, trata especialmente bien a Pepe en la nueva Valoración de Puestos de Trabajo, porque sus compañeros le tumbaron masivamente la última propuesta. Y precisamente ahora nos acordamos de un detalle en absoluto menor. ¿Para cuándo un cuerpo de inspectores de los apartamentos turísticos? En la Gerencia de Urbanismo hay quien sabe mucho, muchísimo, de este fenómeno y de cómo aprovechar bien los espacios de los inmuebles para su explotación. Jijijí. Habría que aprovechar tanta sapiencia, tanto talento interior, tanta capacidad para emprender negocios prósperos. Inteligencia se llama. Por cierto, otra pregunta. ¿La pasada Navidad no hubo copa para los trabajadores del organismo autónomo? Como nuestro dilecto Juan de la Rosa, concejal del ramo, dijo en su día que la había habido todos los años... Así lo aseguró en un foro oficial. Consta en acta. Pero nos tenemos que no ha debido haber. Pero seamospositivos, pues al menos hay un inspector para veladores. ¡El Llanero Solitario! Gracias a Sanz, no lo olviden. Tómense la papilla del argumentario por ridícula que sea y den las gracias a Sanz de todo lo bueno de la ciudad. Pronto nos prometerá aire acondicionado en las calles del centro. La pena es que no podemos decir como remate de este artículo eso tan literario del "llena ahí" porque no ha habido copa, porque no se habrá encontrado quien la pague, ¿no, Juan?

Pepe, el inspector vespertino en la ciudad de las diez mil veladores. Estamos por adaptar para este valeroso señor aquello tan célebre de otro contexto bien distinto: "Pepe, sé fuerte, al final la vida es resistir y que alguien te ayude". Pues eso, para octubre habrá refuerzo.

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