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El verano es la época por excelencia en la que los coches se echan a la carretera en busca de sus tan deseadas vacaciones. Sin embargo, para que no haya sorpresas por el camino, antes hay que asegurarse de que todo se encuentra en perfectas condiciones.
Estas son las 10 cosas que cualquier debe revisar antes de entrar en emprender un viaje:
Este elemento es de vital importancia. Lo primero que se debe comprobar es que tenga la presión indicada por el fabricante, así como que no presenten cortes, perforaciones, abolladuras, ni desgaste irregular. Para evaluar la presión, la información pertinente suele encontrarse en la puerta del conductor del vehículo.
Para valorar el nivel de desgaste de las cubiertas existen indicadores en la banda de rodadura, de modo que si se encuentra a ras del testigo es obligatorio cambiarlos. Igual sucede en el caso de que la profundidad del dibujo sea inferior a 3 mm. Un truco para determinar la medida es colocar una moneda de 1€ en la incisión; en el caso de que se aprecie la parte dorada, sería necesario reponerlos.
La buena condición del sistema de frenado será la responsable de que el coche pueda detenerse de forma óptima ante cualquier imprevisto. Para ello, lo primero es comprobar el nivel del líquido de frenos, para lo que hay que pisar el pedal a fondo y observar si baja el nivel del vaso de expansión.
Otra de las cosas a revisar es el estado de los discos y el desgaste de las pastillas.
Si al intentar arrancar se detecta alguna anomalía, probablemente sea un problema derivado de la batería. Es importante tener certeza del buen nivel de carga así como de que los bornes estén bien fijados y limpios, sin presencia de óxido. En tal caso, sería imprescindible reponerla.
Si el vehículo presenta problemas en el frenado, chirridos o balanceo de la carrocería, existe un problema con la suspensión. Es importante tener en cuenta que unos amortiguadores en mal estado van a contribuir en la desestabilización del vehículo, lo que hace más factible sufrir un accidente de tráfico.
Pese a la complejidad que supone percibir el desgaste de los amortiguadores, una prueba que no falla es la reacción anómala que sufre un coche al tomar una curva: si no responde como debería, muy probablemente el problema se derive de ahí.
Para evaluar el buen estado de las luces, todo cuanto hay que hacer es probarlas antes de emprender un viaje. En el caso de que exista algún error, no se debe caer en la deducción de que se trata de un problema menor, ya que es el sistema que nos sirve para ver y ser vistos.
La intensidad de las luces va disminuyendo con su uso, de modo que, aunque no terminen de fundirse del todo, se recomienda que se hagan cambios de lámpara de forma periódica.
Los fabricantes suelen indicar de forma fácil e intuitiva, a través de una varilla con dos marcas, los niveles máximos y mínimos de aceite en el coche.
La medición del aceite, para que sea lo más certera posible, debe hacerse con el motor en frío.
Aunque el vehículo no suela exponerse a heladas, es importante que el nivel del anticongelante sea el adecuado.
El vaso en el que se deposita el líquido suele tener una marca apreciable en la que evaluar el nivel. En el caso de que este se encuentre por debajo, es necesario que se reponga.
En cuanto al limpiaparabrisas, hay que tener en cuenta dos elementos. El primero de ellos es el propio estado de los limpias, que deben encontrarse en condiciones óptimas para barrer bien el agua y permitir, lo más rápidamente posible, una correcta visión.
Por otro lado, el líquido que se expulsa también debe encontrarse relleno para que, si sucede algún imprevisto, como el barro que puede arrojar un camión, el punto principal de visión para el conductor quede completamente limpio.
Conducir a la temperatura adecuada es muy importante para la salud del conductor. La DGT apunta que la temperatura idónea ronda entre los 22 y 24ºC, por lo que, si percibe que el aire acondicionado enfría poco o que, en su defecto, se percibe algún ruido, es importante acudir a un taller que revise dónde se encuentra el problema.
Por último, revisa que el vehículo está equipado con todo lo obligatorio y que, además, se encuentra en buen estado: chaleco reflectante, rueda de repuesto, triángulo de emergencia, gato, y llave.
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