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Histórica condena al ex presidente de Liberia Taylor por crímenes de guerra

  • La corte especial de la ONU declara al ex mandatario culpable de instigar y colaborar financiera y militarmente en estos delitos en Sierra Leona · Es la primera sentencia de un tribunal internacional a un ex jefe de Estado

El ex presidente de Liberia Charles Taylor fue declarado ayer culpable de haber instigado y colaborado en la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad, en una histórica sentencia emitida por un tribunal especial de la ONU en relación con el conflicto en Sierra Leona a fines de los 90.

El juicio del Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona es el primero que la Justicia internacional completa contra un ex jefe de Estado, en un proceso que se ha prolongado durante casi 5 años entre la fase preliminar, de investigación y la sentencia de ayer, en los 11 puntos del acta de acusación.

El proceso adquirió mayor notoriedad en agosto de 2010 cuando la modelo británica Naomi Campbell prestó testimonio contra Taylor, tras asegurar que el ex dictador le dio "piedras pequeñas y sucias", en referencia a los "diamantes de sangre" que recibió el ex jefe de Estado por la venta de armas a las milicias de Sierra Leona, y gracias a los cuales se financiaron otras guerras en África entre aproximadamente la mitad de los años 90 hasta 2001.

El testimonio de Campbell fue uno de los elementos decisivos para que la fiscal en el caso, Brenda Hollis, pudiese terminar de tejer la estructura de la madeja en el expediente penal contra el ex presidente liberiano, quien fue acusado cuando todavía ejercía su cargo.

"Hoy (es el día) de la gente de Sierra Leona que sufrió terriblemente a causa de Charles Taylor. Esta sentencia aporta algo de Justicia a las numerosas miles de víctimas que pagaron un precio terrible por los crímenes de Taylor (...) La sentencia histórica de hoy reafirma la nueva realidad (según la cual) los jefes de Estado deberán responder por crímenes de guerra y otros crímenes internacionales", comentó Hollis.

Las reacciones a la sentencia fueron numerosas, entre ellas la de Navi Pillay, la alta comisaria de la ONU para los derechos humanos. "Los días en los que tiranos y asesinos de masas podían, incluso cuando no estaban en el poder, retirarse a vivir una vida de lujo en otro país se han terminado", comentó Pillay, quien no dudó en calificar esta sentencia de "momento histórico".

Vestido sobria y elegantemente de traje azul, camisa blanca y corbata roja, con barba canosa e impoluta, gafas y bigote muy cuidado, Charles Taylor (nacido en las afueras de Monrovia el 28 de enero de 1948), se mostró impasible durante la lectura de los cargos en su contra, que se inició a las 11:00 y finalizó casi dos horas y media después, a cargo del juez Lussick.

Según informaron fuentes del Tribunal (SCSL, por sus siglas en inglés), el 16 de mayo se celebrará una sesión especial en Leidschendam, cerca de La Haya, donde se llevó a cabo el proceso por motivos de seguridad, para fijar cuál será la sentencia contra este ex señor de la guerra, de 64 años, quien desde un primer momento se declaró "inocente" de todos los cargos en su contra. Está previsto que la sentencia se dé a conocer el 30 de mayo.

Aunque según el alto tribunal patrocinado por la ONU Taylor no estuvo directamente implicado en los crímenes, entre ellos violaciones y horribles mutilaciones, esclavismo, asesinatos y utilización de niños como soldados, sí los instigó y patrocinó financiera y militarmente. "Ello ha quedado probado por la Fiscalía sin ningún tipo de dudas", comentó el juez presidente de sala, Richard Lussick.

Según el SCSL, Taylor no dio personalmente órdenes al movimiento rebelde Frente Unido Revolucionario (FUR) de Sierra Leona para que cometiera atrocidades, pero sí las instigó y fue bien pagado por ello con importantes sumas en metálico y con diamantes y gemas.

El carácter sanguinario de las FUR y su ensañamiento con sus enemigos fue recordado ayer por el juez. El magistrado, que leyó con parsimonia, precisión y actitud hierática todos los folios del acta de acusación recordó que, en determinada ocasión, las milicias del FUR mataron a algunos enemigos y "esparcieron sus intestinos" en un punto de control militar, con el fin de "aterrorizar a la población civil".

En otra ocasión, varias cabezas decapitadas fueron utilizadas también para propagar el miedo, aseguró. Decapitaciones, mutilaciones de brazos y piernas o violaciones sistemáticas forman parte del catálogo de atrocidades que pudieron cometerse gracias a la colaboración logística y financiera de Taylor, afirmó el juez.

Entre 1991 y 2001, la guerra civil en Sierra Leona costó la vida a decenas de miles de personas. Algunos cálculos hablan de más de 120.000. De acuerdo con estimaciones de organizaciones humanitarias, en esos años unos dos millones de personas tuvieron que huir de Sierra Leona, sobre una población total de casi seis millones.

Una vez que los jueces de la SCSL fijen la sentencia, Taylor purgará su pena en el Reino Unido, a petición propia.

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