Obama urge al Congreso a aprobar su plan de estimulación económica de 635.000 millones

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, trató de buscar apoyo para su plan de estímulo de la economía en su primer discurso radiofónico desde su llegada a la Casa Blanca, en el que insistió en la necesidad de crear empleo, mejorar la Sanidad y sentar las bases para construir un futuro energético sostenible. Para ello, reclamó la aprobación urgente del Plan de Reinversión para la Recuperación de América, que prevé la inyección de 635.000 millones de euros en dos años en los diferentes sectores clave de la economía estadounidense, aunque existen inversiones "prioritarias", como energía, educación, salud y "nuevas infraestructuras".

Obama destacó que no se trata solamente de "un programa a corto plazo para impulsar el empleo", sino que supone mucho más, y prevé inversiones en áreas "prioritarias", que necesitan un fuerte impulso para resistir el envite de la inestabilidad económica mundial. "Si no actuamos con audacia y rapidez, una situación mala podría empeorar dramáticamente", por lo que es necesaria la inmediata reactivación del empleo, así como del crecimiento económico a largo plazo. Según señaló Obama, el plan salvará o creará entre tres y cuatro millones de empleos durante los próximos años.

En defensa de su Plan, Obama recordó que la economía podría perder un billón de dólares de su capacidad a corto plazo, lo que supondría para una familia de cuatro miembros una pérdida de ingresos de 12.000 dólares. El presidente trasladó su preocupación por los jóvenes, y se refirió a la posible pérdida de "una generación de potencial", que podría verse obligada a abandonar sus sueños de estudiar, de ir a la universidad o de tener la oportunidad de alcanzar una formación adecuada para su futuro.

Obama centró su discurso en buscar apoyos para la aprobación del Plan, y manifestó su satisfacción de que "ambas Cámaras del Congreso estén trabajando duro para firmar el proyecto de ley en menos de un mes", aunque aprovechó este primer discurso para convencer a los parlamentarios que todavía se resisten a llevarlo adelante. Para ello, el presidente estadounidense hizo un desglose de los pilares del proyecto, entre los que se encuentra acelerar la creación de una economía energéticamente limpia. "Duplicaremos nuestra capacidad para generar energía a partir de fuentes alternativas como la eólica, la solar o los biocombustibles durante los próximos tres años", aseguró.

Entre las medidas que se adoptarán, destaca la construcción de una nueva red de suministro eléctrico para establecer más de 3.000 líneas de transmisión que transporten "la nueva energía" de costa a costa. Según los cálculos de Obama, los contribuyentes ahorrarán 2.000 millones de dólares al año haciendo el 75 por ciento de los edificios federales más eficientes energéticamente. Además, se mejorarán las instalaciones eléctricas de más de dos millones y medio de hogares, lo cual permitirá ahorrar una media de 350 dólares anuales en la factura eléctrica familiar.

En Sanidad, el Plan prevé el recorte del coste de los servicios sanitarios, reducir los errores médicos y mejorar el sistema sanitario en general. Para lograrlo, se informatizará el servicio nacional de salud en un plazo máximo de cinco años, con lo que se ahorrarán millones de dólares y se salvarán "innumerables vidas". En este sentido, el presidente prometió dar protección sanitaria a más de 8 millones de estadounidenses "que corren el riesgo de perder su cobertura sanitaria durante la crisis económica".

El sector de la educación se beneficiará con la modernización de 10.000 escuelas, lo que permitirá mejorar la enseñanza de cerca de cinco millones de estudiantes. Se incrementará la inversión en becas para hacer asequible la educación universitaria a siete millones más de estudiantes, proporcionando créditos fiscales por valor de 2.500 dólares a cuatro millones de jóvenes, y triplicando el número de ayudas a la ciencia para impulsar la próxima generación de innovación.