La Policía siria dispara al aire para dispersar a los manifestantes en la ciudad de Dera
Los Hermanos Musulmanes culpan al presidente Asad del "derramamiento de sangre"
Las fuerzas de seguridad sirias efectuaron ayer disparos al aire para dispersar a los manifestantes en Dera, en una nueva jornada de protestas en esta ciudad meridional, epicentro de la revuelta contra el régimen sirio.
Un residente de Dera explicó por teléfono que las fuerzas de seguridad dispararon al aire pero no contra los manifestantes, como apuntaban varias informaciones.
Una fuente oficial, citada por la agencia estatal SANA, negó que las fuerzas de seguridad hubieran disparado a los participantes en las protestas de ayer en Dera, donde en días previos se produjeron fuertes enfrentamientos que se saldaron con más de una veintena de víctimas.
Las protestas se concentraron en los alrededores de la mezquita Al Omari, situada en una plaza bautizada por los manifestantes de la oposición como De la Dignidad. Este lugar se ha convertido en el centro de las protestas, ya que decenas de manifestantes se refugiaron en ella los primeros días.
Por su parte, el grupo islámico sirio Hermanos Musulmanes responsabilizó ayer al presidente Bashar el Asad del "derramamiento de sangre del pueblo por parte de sus fuerzas brutales". En un comunicado, rechazaron "todas las alegaciones que han intentado justificar los que han cometido crímenes contra la humanidad".
Al Asad guarda silencio desde el comienzo de la revuelta y no se ha pronunciado sobre los incidentes, aunque su Gobierno ya anunció una serie de medidas sociales y políticas para acallar las protestas.
En cuanto a un posible discurso de Al Asad, el vicepresidente afirmó que en los próximos días el mandatario anunciará una importante decisión al pueblo sirio.
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