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El ADN del duende

Manolo Sanlúcar analiza los géneros en 'Obra didáctica de la guitarra flamenca'

Manolo Sanlúcar, ayer durante su encuentro con la prensa en el Ayuntamiento de Puerto Real.
Tamara García / Cádiz

23 de junio 2010 - 05:00

Imagine que una guitarra llora una seguiriya provocando el estupor de un oyente lego en las lides flamencas. "¿Cómo lo hace, cuál es la fórmula?", imagine que pregunta el, ya entregado, espectador. "Mira, es que para esto hay que nacer/ Esto se trae o nada/ Lo que hay es que emocionar, levantar el vello", podría contestar el ficticio artista de las seis cuerdas que proponemos en este ejemplo que trae a colación el Premio Nacional de Música Manolo Sanlúcar, que preferiría responder a una cuestión como ésta con la Obra didáctica de la guitarra flamenca, una guía audiovisual donde disecciona, donde ya están diseccionados, "como con un bisturí", los principales géneros del flamenco. Si el amor es una fórmula, el duende también.

No. No es que el maestro Sanlúcar pretenda deshacerse del componente mágico y mítico del arte "netamente andaluz". No. El guitarrista aspira a poner en su sitio "a nuestra escuela musical" que se enfrenta "a un vacío histórico". "La escuela flamenca está expresada suficientemente sobre los escenarios pero no está documentada a través de sus formas musicales. Es una barbaridad que ocurra esto con una cultura musical extensísima que tiene unos valores únicos y particulares y que ha despertado el interés del mundo occidental y más allá", argumenta el compositor, que no se arruga al afirmar que estamos "sin duda" ante "la obra, en su conjunto, más importante de la historia del flamenco".

Lo dijo -alto, claro, sin absurdos remilgos- durante un encuentro con los medios de comunicación en el Ayuntamiento de la gaditana localidad de Puerto Real. Y es que el Teatro Principal de la ciudad acogerá "la realización y grabación" de este "tratado" flamenco que contará con la participación "de más de cien personas" con la dirección de Sanlúcar que nombra protagonista a la guitarra porque, realmente, "es la que contiene todo el acervo musical de esta cultura". José Mercé, Eva Yerbabuena, Calixto Sánchez, Diego el Morao, Miguel Poveda, Carmen Linares, Arcángel, Manolo Franco, José Antonio Rodríguez, Javier Barón, Paco Cepero, Fernando de la Morena, Antonio El Pipa y Víctor Monge Serranito son algunos de los nombres que se han sumado a este macro proyecto "donde se estudia la guitarra de acompañamiento en el cante, en el baile y la guitarra de concierto" y que está financiado por la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.

"Esta obra lleva gestándose desde los tiempos en que la ministra Bibiana Aído era la directora del centro. Y ahora ha caído en manos de una persona que conoce bien el proyecto desde sus inicios, porque era desde entonces parte de la Agencia, hablo de Mari Ángeles Carrasco, su actual directora, así que hemos tenido mucha suerte y estamos muy contentos", explica Sanlúcar.

El criterio de elección de los participantes es incontestable y razonable. "Por su magisterio", dice. "Esto es un tratado de géneros flamencos así que necesitamos a los artistas (cantaores, guitarristas, bailaores) que mejor se asienten en los distintos géneros. Esta obra no va a satisfacer vanidades porque es una obra comprometida y de mucha responsabilidad", asegura.

De todas formas, Sanlúcar observa la Obra didáctica de la guitarra flamenca como un proyecto "abierto" y que "admite colaboraciones". Eso sí. "Yo soy el director, y lo soy porque he estudiado profundamente esos géneros flamencos durante muchísimos años, así que los artistas se tienen que adecuar a los criterios, se tienen que dejar guiar porque no es por capricho. Aunque, claro, todo parte del diálogo y yo todas las cosas que me van diciendo los artistas pues las estudio y valoro si llevan razón o no", cuenta el músico, con más de cincuenta años de profesión, que siente a sus espaldas "una responsabilidad enorme", que reconoce que lleva "con autoridad", y "un orgullo muy grande".

Orgullo que "también debemos sentir todos" de los artistas que ya han participado en esta enciclopedia de géneros "porque han dejado su alma" y "de manera totalmente desinteresada". Así, de la guía audiovisual, que contará con una colección de diez DVD, Sanlúcar ya tiene listas "unas cuarenta grabaciones" de las "sesenta o setenta" que tiene previstas en principio. Grabaciones que comenzarán a realizarse en el coliseo puertorrealeño "a partir de la última semana de julio", adelanta la cabeza visible del proyecto.

"A partir de entonces voy a venir mucho por aquí, menos mal que Puerto Real está cerquita de Sanlúcar", reía el director de esta obra documental que "será un referente universal del flamenco" y que augura "que llegará, a través de la Agencia, a todo el mundo" para que pueda convertirse "en un buen libro de consulta".

Y así esa seguiriya -esa que imaginamos al comienzo de esta historia- pueda ser diseccionada con ese bisturí de conocimiento -ese que, como el acto de escribir que diría Millás, abre y cauteriza a la vez- y ser observada con su esqueleto de 6x8 y 3x4, con su origen en el modo dórico, con su esquema musical al descubierto. "Porque el sentimiento, la emoción -dice Sanlúcar- lo tienen todas las músicas y es natural a un buen intérprete".

En esta obra esa seguiriya sería desnudada y luego, "en un segundo paso", estaría comparada con otros géneros con los que puede compartir morfología o ciertas estructuras pero donde se descubriría sus particularidades por el método del contraste. Esa seguiriya, al fin, también será interpretada por el artista que mejor se ajuste, por el que elijan Sanlúcar y su equipo.

Esa seguiriya quedará para la historia. Y las alegrías, y la soleá... "Porque pasarán dos millones de años. Y quedará la soleá porque si se convierte en otra cosa, habrá que llamarla de otra manera, pero no soleá", sentencia el director de Obra didáctica de la guitarra flamenca. Porque el flamenco es magia pero también es ciencia.

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