"Ahora cualquiera se pone unas gafas de sol y dice que su disco es muy rockero"
La banda navarra Marea actúa mañana en el Auditorio de la Cartuja dentro de la gira del disco 'En mi hambre mando yo'.
Descendientes musicales directos de bandas como Barricada y especialmente Extremoduro, Kutxi Romero, Eduardo Beaumont, César Ramallo, David Díaz y Alen Ayerdi protagonizan desde hace años, al frente de Marea, un fenómeno silencioso, si atendemos a su visibilidad, pero sobre todo contundente. Ayer recibieron el Disco de Oro por las ventas de En mi hambre mando yo, su sexto álbum de estudio. No es el único que tienen estos músicos nacidos en Berriozar, cerca de Pamplona, y educados sentimentalmente en el rock urbano, resbaladiza expresión que alude en este caso a ese rock & roll de estirpe clásica y envuelto en un desafiante orgullo barriobajero, un rock tan áspero como discretamente romántico que suaviza sus entonaciones broncas, aguardentosas, con toneladas de melodía y lirismo turbulento o directamente críptico, canciones propicias para ser gritadas junto a los amigos del alma.
Los navarros visitan mañana el Auditorio de la Cartuja, y Alen Ayerdi promete, "como siempre, un show incombustible de rock & roll". "Un palizón físico de salir en camilla", bromea el batería del grupo, que tiene acostumbrados a sus muchos seguidores a conciertos largos -el del pasado viernes en Gijón rozó las tres horas- en los que tocan los temas más emblemáticos de todos sus discos. "Y el último cae entero", dice Ayerdi, antes de anunciar sorpresas que se niega a revelar.
"Nosotros nos limitamos a trabajar y a vivir con dignidad, todo lo demás no lo podemos controlar. No podemos controlar cuántos discos vendemos, ni cuánta gente viene a nuestros conciertos, así que lo tomamos todo como un regalo, como algo que viene por añadidura, porque lo único que hemos querido siempre ha sido hacer discos de verdad, que nos emocionen, que tengan pellizco", dice Ayerdi acerca del éxito de Marea no sólo en España, sino también en Latinoamérica, donde "la música más importante sigue siendo el rock". "En Argentina -sigue-, Andrés Calamaro es menos famoso que La Renga, y con eso está dicho todo".
El de Marea, ya se ha comentado, es un éxito prácticamente secreto si se compara con el de Amaral, por ejemplo, aunque ambos grupos, tan evidentemente distintos, compitan en la misma liga si de ventas se trata. Un orillamiento que la banda navarra asume con algo parecido al orgullo, como un peaje por hacer música sincera. "No hay más que ver el nivel cultural de este país. A los grandes medios sólo les interesa lo que se digiere fácilmente. La poesía no interesa y el rock todavía molesta. Nunca el PP o el PSOE meterán a tanta gente en un mitin como nosotros en los conciertos. Así que comprendo que les resultemos molestos. Porque además tenemos credibilidad, no como ellos, e invitamos a la gente a que piense por sí misma".
De todos modos, matiza Ayerdi, "nuestra bandera nunca ha sido la política". "No queremos llenar las canciones de porquería política, que de eso ya hay bastante, ¿no? Simplemente procuramos que las cosas que decimos sean importantes para nosotros", añade el músico, que observa con pesar "lo devaluado que está el rock". "Ahora cualquiera se pone unas gafas de sol y se hace una foto sujetando una guitarra eléctrica y dice que le ha salido su disco más rockero. Y tú qué vas a hacer; pues tú te ríes. Te ríes y sabes que el día en que te tomes esto como un curro rutinario estás acabado y ha llegado la hora de parar".
Marea. Mañana, a partir de las 21:00, en el Auditorio de la Cartuja. Entradas a 22 euros (precio único).
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