Alemania con peluca
Crítica 'Dos vidas'
Dos vidas. Thriller, Alemania, 2012, 96 min. Dirección: Georg Maas. Guión: G. Maas, C. Tölle, S. Berg. Fotografía: Judith Kaufmann. Música: Christoph Kaiser, Julian Maas. Intérpretes: Juliane Köhler, Ken Duken, Liv Ullmann, Sven Nordin, Julia Bache-Wiig, Rainer Bock, Thomas Lawincky, Klara Manzel.
Con un inquietante parecido a Angela Merkel, la protagonista (Juliane Köhler) de esta "aclamada" Dos vidas, opción alemana a los Oscar en su pasada edición y, por tanto, producto con empaque de calidad para públicos amplios, vive atrapada entre su condición de madre y esposa en la Noruega de 1990 y los esfuerzos por evitar que salga a la luz su faceta de agente de la Stasi, justo cuando, con la caída del Muro y la RDA, comienzan a conocerse los trapos sucios de la historia reciente.
Más concretamente, nuestra protagonista fue uno de esos niños nacidos de matrimonios entre noruegos y alemanes durante la ocupación nazi del país de los fiordos, luego llevados a Alemania, con lo que la cinta tiene servido un cóctel dramático en el que el ajuste de cuentas con el pasado y la revelación de los secretos en el seno de la familia se entrecruzan como nudo gordiano para una inconstante intriga que sólo se encauza cuando los diálogos se ponen a ello.
Maas hilvana su embrollo con ese estilo de reconstrucción tan caro al cine alemán de exportación y temática histórica, con sus pelucas visibles, su música de cine y sus flash-backs explicativos en innecesarios y didácticos tonos desvaídos y texturas de cine casero, clichés-guía que condenan una cinta de asunto poco conocido e interesante a una sucesión de altibajos dramáticos en los que asoma demasiado la necesidad de hacer género antes que profundizar en las relaciones entre los personajes o en los verdaderos traumas y secuelas de una época oscura. Y no, no hacía falta convocar a la gran Liv Ullmann para tan poco personaje.
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