Mayte Martín | Crítica

En la línea clara

Mayte Martín presentó 'Memento' en Sevilla.

Mayte Martín presentó 'Memento' en Sevilla. / Grupo Joly

Hay una afinidad entre el cante de Martín y el de Valderrama, de cuyo repertorio eligió la catalana dos cantes en la recta final de su recital. Poque si el de Jaén es un cantaor de voz dulce, fraseo contundente y dicción clara, como Martín, igual que ocurre en ella su cante no resulta empachoso, ya que hay un fondo de austeridad en el mismo. Disfruté mucho en esta segunda parte del recital de repertorio marchenero, con dos cantes, colombiana y guajira, en la versión que del mismo hizo Valderrama. Y con las cantiñas ligadas del final en la que Martín emuló a Pastora Pavón y Hurtado se metió en la piel del Niño Ricardo. El joven tocaor de Alicante se ha empapado de los grandes del toque de la línea clara del siglo XX: Ramón Montoya, Pepe Martínez, Paquito Simón ... para ofrecer un acompañamiento muy fiel a los originales y lleno de frescura y emoción, con unos trémolos tan líricos como categóricos, incluso por seguiriyas. El recital se abrió con una delicia de granaínas de Chacón y siguió por peteneras, de la Niña de los Peines a la forma veracruzana primitiva de este cante. Lo que vino después son cantes de sobra conocidos en el repertorio de Martín que, como digo, ofreció algunas novedades al final del concierto. En un arte inmediato como es el flamenco es muy importante la frescura que nos ofrecieron milongas y cantiñas. Mayte Martín nos brindó el mismo concepto de recital que le conocemos desde hace 30 años que va refrescando poco a poco con leves cambios en el programa.

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