El Prado exhibe sus miniaturas, uno de sus fondos más desconocidos
La colección entera, 180 obras, acaba de ser catalogada por la especialista Carmen Espinosa
El Museo del Prado ha sacado a la luz por primera vez sus miniaturas en una exposición que podrá visitarse desde hoy hasta el próximo 26 de febrero. Hasta 39 piezas elaboradas con esta delicada técnica, empleada por los artistas de las cortes europeas antes de la aparición de la fotografía, incluye Las miniaturas en el Museo del Prado, organizada con motivo de la publicación del catálogo razonado de esta colección, una de las más ocultas de la pinacoteca.
La autora del catálogo, la especialista Carmen Espinosa, ha registrado las 164 miniaturas y los 16 retratos que forman esta colección que empezó a crearse en 1877 con la adscripción de dos piezas adquiridas por el Estado diez años antes y que continuó creciendo con posteriores donaciones. La técnica pictórica de la miniatura surgió en el siglo XVI en Inglaterra y Francia, escuelas representadas en esta muestra junto con la austríaca, la italiana, la alemana y la portuguesa.
La mitad de la colección pertenece a autores españoles que comenzaron a pintar al gouache sobre vitela y tablillas de marfil en el siglo XVIII. Estas obras cumplían por un lado una función privada y, por otro, una estatal, ya que los reyes regalaban joyeles con miniaturas a los embajadores y emisarios extranjeros. Por eso "la mayoría de los pintores de miniaturas fueron los de la cámara real", explicó Espinosa. Es el caso de Goya, uno de cuyos pequeños retratos (el de Juana Galarza de Goicoechea) figura en la exposición.
El maestro pedía ayuda para realizar miniaturas a su amigo Guillermo Ducker, cuyo trabajo también se exhibe. De Manuel Argós, cuyo nombre se asocia con los grabados, aunque fue un pintor que realizó miniaturas de gabinete para reproducir cuadros de gran tamaño, también se enseñan algunas obras: su Miguel Ángel es la pieza de mayor tamaño de la muestra.
La más pequeña de todas en cuanto a tamaño es la de Francisco José I, emperador de Austria, de Moritz Michael Daffinger. También está presente en la exposición, entre muchos otros nombres, Antonio Tomasich, "el mejor miniaturista que ha dado España", para Espinosa. Su Magdalena Haro supone el fin de la "aventura de la miniatura" en 1871.
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