No es el papel de acompañante el que está acostumbrada a ocupar la viola da gamba en un escenario. Tampoco es propio del cante flamenco permanecer en un segundo plano a la sombra de otros rivales sonoros que puedan eclipsar su trabajo. Ambas son voces intensas y melódicas que con su energía atrapan desde el primer compás al auditorio y lo hacen suyo durante todo el tiempo que permanecen en escena. Es por eso que cuando el violagambista Fahmi Alqhai y la cantaora Rocío Márquez empezaron a trabajar en un proyecto conjunto para la Bienal, se dieron cuenta de que debían reflexionar sobre cuál era la mejor forma de establecer una conversación musical que les permitiese sacar el mayor jugo a ambos instrumentos. Y así, tras más de cuatro meses ensayando esta nueva dinámica, ayer ofrecieron algunos detalles de Diálogos de viejos y nuevos sones, un espectáculo en el que expondrán su particular manera de entender el cruce entre el cante flamenco y la música antigua, y que el público de la Bienal podrá disfrutar los días 11,18 y 24 de septiembre y 2 de octubre, en un enclave único del barroco sevillano, la Iglesia de San Luis de los Franceses.

"Orgánico y natural" son las palabras que Márquez elige para describir este encuentro en el que han tenido que adaptar los recursos armónicos a los que están acostumbrados, pues tal y como expone Alqhai "cada uno veníamos con una mochila y en este intercambio hemos acabado no ya sólo ella entrando en la música antigua y yo en el flamenco, sino juntos en otro sitio". Cantes de idas y vueltas, la petenera, la nana o los aromas sefardíes son algunos de los pilares sobre los que estos músicos están levantando sus Diálogos, aunque afirman que todavía les queda mucho trabajo por delante, como terminar de darle forma a uno de los temas en el que la artista onubense cambiará el andaluz por el italiano, algo que considera "todo un reto". También están pendientes de apurar el formato, pues en palabras de Alqhai "nos sentimos tan cómodos que hay cierto peligro de que los temas se alarguen demasiado", así que para evitar el exceso han decidido "transformarlo en una especie de suite", en la que además estarán pendientes "de jugar con toda la paleta de colores", incluyendo también solos tanto de voz como de viola. En este mismo sentido Márquez señala que aprovecharán la fuerza que les imprime la Iglesia de San Luis -un lugar del que la cantaora no duda en decir que "si no conseguimos inspirarnos aquí, no podremos hacerlo en ningún otro sitio"- para preparar una sorpresa relacionada con el entorno y que darán a conocer en el caso de que el público pida un bis.

"Qué bueno es ensayar e invertir tantas horas, días y corazón" fue la frase elegida por Alqhai para poner el broche final a este ensayo abierto que ofrecieron durante la mañana de ayer en la Accademia del Piacere, el laboratorio musical de este violagambista sevillano de ascendencia siria y palestina, y que entre otras cosas es director del Festival de Música Antigua de Sevilla (Femás). A la cita acudieron además Cristóbal Ortega, director de la Bienal, e Isabel Ojeda, por parte del área de Cultura del Ayuntamiento, quien apuntó la importancia no sólo de acudir al concierto, sino también de poder ser testigo de todo el proceso de creación que hay detrás de cada espectáculo y por eso los años que no haya Bienal se centrarán en "visibilizar todo estos proyectos de investigación".

En la misma línea Ortega indicó que todo el trabajo y esfuerzo que ha supuesto para Márquez y Alqhai la preparación de Diálogos no concluirá en los conciertos programados para la cita de septiembre sino que "otros festivales han mostrado interés por el formato", aunque hasta el momento no hay nada cerrado. Por último los artistas no descartaron la posibilidad de dejar testimonio discográfico de este proyecto pues, dicen, sería una pena no sacarle una "rentabilidad cultural" a esta inusual fusión entre el flamenco y la música antigua.