TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Cultura

Los Ulen hacen memoria antes de abrir "un tiempo nuevo" para la compañía

  • La agrupación, que estrena el día 26 en el Quintero, repasa su trayectoria en una exposición

Casi tres décadas después, Pepe Quero y Paco Tous, Los Ulen, sienten que aún están "llegando a ser payasos", la manera más noble y elevada, dicen, de "hacer arte de la locura". Tras una época difícil, en parte por los severos quebrantos de una crisis que se está cebando con el teatro y las artes en general, ellos son los dos miembros en activo de una de las compañías sevillanas más veteranas, de la que formaron parte Maite Sandoval y el alemán Friedhelm Grübe, actor, clown y director, el "maestro" de los tres, fallecido en 1993 en un accidente de tráfico cuando viajaba con el resto de Los Ulen para hacer una función en Gandía. Su muerte supuso la primera crisis paralizante de una compañía que luego vivió otras, porque "en cualquier familia, en 30 años, hay distanciamientos", pero que siente ahora que está "volviendo a empezar de nuevo".

Antes de presentar su nuevo espectáculo en el Teatro Quintero, Dos idiotas (del que ofrecerán ocho funciones desde el próximo día 26), el dúo hace memoria e invita al público a compartir el camino andado con una exposición en la sede del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía, en la antigua iglesia de Santa Lucía, cerca de la Plaza del Pelícano. Podrá visitarse hasta el próximo 1 de abril, de lunes a jueves de 9:00 a 19:00, y los viernes de 9:00 a 14:00.

La muestra, El tiempo de Los Ulen, 1987-2015 (El arte del ridículo), reúne 27 carteles originales de todos sus espectáculos, además de varios elementos escenográficos -los contenedores de basura que aparecían en Maná Maná (1996), la camilla de UVI, Zona cero (2011)...-, vestuario utilizado en sus montajes -como algunos de los trajes que diseñó Carmen de Giles para Cum laude (2006), el "colegio de inútiles" que recrearon cuando tuvieron la certeza de que "los idiotas estaban llegando al poder"-, además de fotografías, proyecciones y carteles originales de todos sus espectáculos, incluido uno de Somos novios, su segundo espectáculo -parte de la trilogía Las Edades del Hombre junto a ¿Dónde he caído? y Mucho sueño- para el cine Estoril (con las entradas a 200 pesetas: "una cerveza costábamos", se reía Quero).

Un recorrido por la trayectoria de una compañía que se volvió "más corrosiva" en Cadáveres exquisitos, la obra con la que volvieron a la actividad como compañía en 1994, tras superar el estupor por la muerte de su querido maestro, al que llamaban Fli, el mismo nombre que le pusieron, en su memoria, a la sala que abrieron en Hytasa y que se vieron obligados a cerrar en el verano de 2012. "Nos debían dinero las administraciones y para que eso fuera viable teníamos que ingresar 12.000 euros al mes y no llegábamos ni a 3.000. Era mejor parar un poco para que no nos quitaran la nave, la furgoneta y hasta las narices...", recordó Quero. "Pero no queremos hablar de eso. Ahora estamos en otra cosa, en la reapertura, y las ayudas siguen sin llegar... bueno, no es que no lleguen, es que no hay. Ahora parece que es norma que los actores no cobren, y en el teatro hay que pagar a mucha gente, no sólo a los actores, por eso pienso que el microteatro no es la solución: no lo critico, pero no es la solución. Y ahí estamos, dándole vueltas a la manera de autogestionarnos para reabrir el año que viene", terció Tous.

De esa lucha (Quero quiso recordar a Salvador Távora: "Que no se nos vaya entre lágrimas de desesperación en vez de en un pedestal; es que no se comprende..."), de la precariedad instalada casi como castigo bíblico en la sociedad española, trata precisamente Dos idiotas, en la que los dos, de nuevo en el elemento que más les gusta, entre "Buster Keaton, Harold Lloyd, Tony Leblanc y Paco Gandía", se meterán en la piel de dos parados de larga duración, "nada que ver con la realidad...".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios