El arte ante las utopías urbanas
El CAAC inaugura las exposiciones de Julie Rivera, Libia Castro y Ólafur Ólafsson, junto a una ambiciosa colectiva que incluye una sala dedicada a Pérez Villalta · Las ayudas de Iniciarte no se convocarán este año
La inquieta Julie Rivera (Jerez, 1975) recorre el camino que media entre la azotea del hotel Eme y las cubiertas del Metropol Parasol portando una corona de metacrilato y plata entre cuyas diademas aparecen maquetas en miniatura de la Giralda y otros hitos arquitectónicos de Sevilla. Esta performance, grabada en vídeo, forma parte de la muestra La arquitectura de la felicidad, "una crítica a la banalización de los cascos históricos por la presión turística y a la estandarización del ocio", según su comisaria Margarita de Aizpuru. La de Rivera es una de las tres exposiciones que hoy se inauguran a las 20:00 en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) como parte de su sesión expositiva Margen y ciudad. Las otras dos son Tu país no existe, de la pareja artística Libia Castro y Ólafur Ólafsson, que representaron a Islandia en la última edición de la Bienal de Venecia, así como la colectiva A las ciudades se las conoce como a las personas, en el andar.
Esta última, llamada a ser una de las grandes apuestas de la temporada en la capital andaluza, consta de 250 obras de medio centenar de artistas y supone "la mayor muestra de fondos del CAAC expuestos de forma simultánea", explicó Juan Antonio Álvarez Reyes, director de la institución y comisario de esta cita junto a Luisa López Moreno. Ambos destacaron la complejidad de representar y conocer con todas sus peculiaridades la ciudad en la que uno vive. Y es que Sevilla es una de las grandes protagonistas de esta propuesta en la que se suceden metrópolis futuristas, ciudades imaginadas, periferias en construcción, calles ordinarias y arquitecturas icónicas.
Durante la presentación a los medios, el consejero de Cultura, Paulino Plata, celebró ayer la dimensión "muy política" de estos tres proyectos expositivos y destacó que la "esencia" del arte es "crear espacios para la reflexión y la crítica sobre lo que está pasando". Plata fue más allá y se vanaglorió de que "frente a los recortes y la apuesta por lo privado aquí se apuesta por lo público", en relación a los 4,2 millones de euros que ha destinado al CAAC y antes de reconocer, consultado por este medio, que no se convocarán las ayudas prometidas de Iniciarte a la producción artística.
Con la supresión de un programa que había jugado un papel clave en la promoción del arte andaluz, serán los propios espacios de difusión contemporánea, como el CAAC, el Centro Andaluz de la Fotografía o la nueva apuesta de Plata, el Centro Andaluz de Creación Contemporánea de Córdoba, los que deberán valorar si destinan una parte de sus recortados presupuestos a la compra o a la producción de piezas. Sobre el CAAC, Plata recordó ayer, como ya lo hizo el pasado día 4 en el Parlamento andaluz, que dispondrá de un 0,25% más que en el presente ejercicio. La realidad, más prosaica, es que la mayoría de ese dinero se destinará a los gastos de mantenimiento del conjunto monumental, limitándose a unos 450.000 euros los dedicados a la actividad expositiva y a algo más de 100.000 las partidas para la adquisición de obras.
Pese a todo ello, el recorrido por A las ciudades se las conoce como a las personas, en el andar depara gratas sorpresas, como la instalación Stop TV de Jesús Palomino, comprada a la galería Rafael Ortiz para la colección permanente del CAAC; la sala dedicada a Guillermo Pérez Villalta, que reúne por primera vez sus cuadernos de notas y trabajos relacionados con la ciudad, incluido un potente díptico de los años 70 que perteneció a su madre; las tribus urbanas del fotógrafo Miguel Trillo; la colección de postales antiguas de Sevilla de Nazario, del que también puede verse un cómic sobre Turandot y otras ilustraciones que han pasado a engrosar los fondos de esta institución; los fascinantes documentos audiovisuales de la Alameda de Hércules captados por Juan Sebastián Bollaín o el estudio sobre el barrio de Los Remedios de José Miguel Pereñíguez. Son sólo algunas bazas de esta ambiciosa exposición inspirada en el libro de Robert Musil El hombre sin atributos que incluye préstamos de otros museos y colecciones, como la primera edición del Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez y el certificado de su matrimonio con Zenobia Camprubí, que dan paso a la descripción de García Lorca de aquel otro crack, el del 29.
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