María León, Ana Torrent, José Coronado, Manolo Solo y Helena Miquel, intérpretes de Cerrar los ojos, desfilaron anoche por la alfombra roja de Cannes, pero no estuvo presente el realizador Víctor Erice a pesar de la expectación por su retorno a la dirección tras tres décadas. Fuentes cercanas al director y del Festival habían confirmado horas antes que Erice no se encontraba en la ciudad de la Costa Azul francesa, pero ya desde el comienzo de la cita cinematográfica –el pasado día 16– había dudas sobre su asistencia.

Cerrar los ojos es el cuarto largometraje del realizador vasco y supone su regreso a la dirección en solitario 31 años después de El sol del membrillo (1992), que se centraba en el trabajo de Antonio López y que consiguió el Premio del Jurado de Cannes.

La película aborda la desaparición de un actor (Coronado) durante un rodaje y su cuerpo nunca es encontrado. Años después, un programa de televisión evoca la figura del intérprete y emite las últimas escenas en las que participó, rodadas por un íntimo amigo suyo (Manolo Solo).

Manolo Solo, Ana Torrent y José Coronado.

Además, el Festival de Cannes homenajeará hoy a otro grande del cine español, Carlos Saura, con la proyección de su película Carmen (1983), en el marco de la sección Cannes Classics, y será el segundo homenaje que el evento realice tras sonar ¿Por qué te vas? durante la gala de apertura del pasado 16 de mayo.

El acto contará con la presencia de los hijos del cineasta, fallecido el pasado 10 de febrero, y la hija del bailarín y protagonista del largometraje Antonio Gades, María Esteve. Carmen se exhibirá en versión 4K, proporcionada por Mercury Films y cuya restauración se ha llevado a cabo en los laboratorios Cherry Towers.

El nombre de Carlos Saura regresa a La Croisette con un título que el director llevaba “especialmente en el corazón”, destaca la distribuidora. Carmen luchó en 1983 a la Palma de Oro, y fue ganadora del Gran premio técnico y Mejor contribución artística. Además, fue nominada al Oscar a Mejor película de habla no inglesa.

La cinta constituye la segunda entrega de la conocida como Trilogía Flamenca con la que el realizador y el artista Antonio Gades iniciaron en la década de los 80 una nueva línea creativa. Narra la historia de Antonio, el director de una compañía de baile que está trabajando en el montaje de la Carmen de Bizet. Cuando encuentra a la protagonista ideal, que también se llama Carmen, inicia con ella una relación enfermiza que reproduce el libreto de la ópera. Un guión de amor y celos en donde el deseo aniquilador conduce a los personajes inexorablemente a la destrucción.

Alicia Vikander y Jude Law.

En la competición del Festival se presentó ayer el drama histórico Firebrand, que pretende ser un retrato de los seres humanos más allá de su importancia histórica, como señalaron Jude Law y Alicia Vikander en una rueda de prensa.

Firebrand, dirigida por el brasileño Karim Aïnouz, se centra en los últimos meses de la vida de Enrique VIII, en sus problemas de salud y en su relación con Catherine, con sus hijos y con todo el mundo que le rodea y le teme. Law justificó el comportamiento del rey una vez que conoció más en profundidad su vida. “Tuvo una infancia difícil al ser separado de su familia, creía que primero estaba Dios y luego él, sufría en su cuerpo de diferentes enfermedades, era casi simpático, podía sentir hasta una cierta empatía por él. Para ser honesto, no puedo decir que fuera un monstruo. Yo no soy quien debe sacar esas conclusiones”.

Para Vikander también su personaje es una gran desconocida más allá de su rol de reina y esposa de Enrique VIII. “Era una mujer extraordinaria que vivió hace 500 años”, señaló la actriz sueca, que destacó que Catherine Parr fue la primera mujer que publicó un libro con su nombre y era muy compleja. Por eso tuvo que investigar mucho para comprender “todos sus matices, sus fantasías y sus aspiraciones. La casan sin tener derecho a decir nada, las otras mujeres de Enrique estaban muertas y me di cuenta de la fragilidad de cada momento de su vida, estaba aterrada por la posibilidad de equivocarse, tenía miedo de este hombre y de sus reacciones”.

Fue precisamente el personaje de Parr el que más interesó a Aïnouz cuando le hablaron de este proyecto. “Me gustó la fuerza de Catherine, era una mujer increíble e interesante”. También le atrajo el hecho de que él es de Brasil y con orígenes argelinos, dos países colonizados, mientras que el imperio británico fue colonizador. “Es muy interesante que alguien que viene del país que yo vengo pueda escribir una película sobre el imperio británico”, agregó Aïnouz, para quien hay “una atmósfera muy latina en esta historia”.