La escuela del trile

El perfecto anfitrión. Comedia negra, EEUU, 2010, 90 min. Dirección y guion: Nick Tomnay. Fotografía: John Brawley. Música: John Swihart. Intérpretes: David Hyde Pierce, Clayne Crawford, Nathaniel Parker, Helen Reddy, Megahn Perry, Joseph Will, Tyrees Allen, Brooke Anderson, Cooper Barnes.

Las escuelas de guión se han convertido en los nuevos santuarios para el futuro cineasta con ganas de hacer carrera en la industria. Das una patada y salen del sueño los talleres, seminarios, cursos de doctorado y clases magistrales impartidas por gurús de los tres actos y el punto de giro o por especialistas en estructuras narrativas posmodernas para engatusar a los espectadores más jóvenes y/o exigentes (sic) que ya no se contentan con las historias lineales y las subtramas de apoyo de toda la vida.

Nick Tomnay ha debido formarse en una de esas escuelas. Salta a la vista ante una nueva película de guionista ingenioso empeñado en quedarse con el personal demostrando que se puede jugar a las cartas no tanto disponiendo de una buena mano (de ideas) como siendo el más rápido de la clase haciendo trucos de trilero.

Porque un trile insustancial y hueco es lo que ofrece este Perfecto anfitrión que hace de su indefinición genérica (lo que arranca como filme criminal sigue luego como teatrillo dramático con pinceladas macabras y surreales, para acabar como enredo policiaco), del engaño y el as en la manga el principal efecto especial para mantener al espectador en una sorpresa que podría llegar a eternizarse si no fuera porque las cosas hay que cerrarlas a los 90 minutos y no hay cuerpo que aguante tanto quiebro gratuito.