Cine

La epopeya fílmico-viajera de García-Pelayo llega al Festival de Cine de Sevilla

  • El certamen hispalense estrenará el próximo 11 de noviembre 'Dejen de prohibir que no alcanza a desobedecer todo', rodado en Sevilla, y 'Ainur', en Kazajistán, los dos primeros títulos del singular proyecto 'El año de las 7 películas'

Una imagen de 'Dejen de prohibir todo que no alcanzo a desobedecer todo'.

Una imagen de 'Dejen de prohibir todo que no alcanzo a desobedecer todo'. / M. G.

"Ese ciclo, que luego se llevó tal cual a Viena y París, fue fundamental. De hecho volví al cine por eso, sentí que había un pequeño grupo de críticos, para mí muy influyentes, y un tipo determinado de espectadores con los que podía haber por fin un diálogo, algo que antes, durante muchísimos años, no había sentido. O sea que sí, por supuesto que ese ciclo del Festival de Sevilla supuso un cambio absoluto en mi carrera y en mi vida. No digo que tenga una grandísima aceptación, hablamos siempre de un ámbito underground, no he estrenado en los Campos Elíseos, ni siquiera en la Gran Vía, pero ha cambiado mucho la receptividad ante mis películas. Antes, sobre todo con Manuela (1976), tenía éxito de público pero era un desastre para la crítica, y ahora me pasa en general, con alguna excepción, justamente lo contrario". Esto comentaba hace algunos meses Gonzalo García-Pelayo a propósito de la retrospectiva crítica que le dedicó el certamen hispalense, en una entrevista concedida a este periódico justamente para comentar los detalles de su último proyecto, una ambiciosa, singular y libérrima epopeya fílmica-viajera titulada El año de las 7 películas, que consistirá, está ya dicho todo ahí, justamente en eso.

Las dos primeras, Dejen de prohibir que no alcanzo a desobedecer todo, rodada el pasado mes de mayo en Sevilla, con epicentro en la Plaza del Pumarejo y sus talleres y corrales de artesanos, y Ainur, filmada en Kazajistán este último verano, ya están terminadas. Y se estrenarán el próximo 11 de noviembre en el Festival de Sevilla, que celebrará su nueva edición del 5 al 13 del próximo mes, y que como ha quedado claro por boca del propio cineasta (y tantas cosas más), es para él un marco ideal, altamente sentimental, toda vez que en él su cine, siempre heterodoxo, experimentó una espectacular rehabilitación entre la crítica como referente del cine underground y poseedor de un estilo personalísimo y libérrimo; un renacimiento creativo en toda regla que además no tardó en encontrar continuidad y eco en otros foros de la cinefilia europea, desde Viena a París –donde Le Monde lo nombró "ave fénix del cine ibérico"– pasando por Lisboa. También en el certamen hispalense, por cierto, se hizo en su edición del año pasado con el premio Las Nuevas Olas-No Ficción por Nueve Sevillas, el trabajo realizado en colaboración con Pedro G. Romero.

Gonzalo García-Pelayo, ante la pintada en la Plaza del Pelícano de Sevilla que le dio el título de la primera película del proyecto 'El año de las 7 películas'. Gonzalo García-Pelayo, ante la pintada en la Plaza del Pelícano de Sevilla que le dio el título de la primera película del proyecto 'El año de las 7 películas'.

Gonzalo García-Pelayo, ante la pintada en la Plaza del Pelícano de Sevilla que le dio el título de la primera película del proyecto 'El año de las 7 películas'. / M. G.

Producido por Gervasio Iglesias, el proyecto El año de las 7 películas es, según el propio director, su proyecto "más ambicioso hasta la fecha": nada menos que rodar siete películas en un año, de abril de 2021 a abril de 2022. Y de postre, como aquél que dice, un octavo título y nueve documentales, todos de algún modo relacionados con esta serie de filmes, una especie de de Never Ending Tour dylaniano en progresión aritmática, pero con cámara al hombro, más aroma a la contracultura andaluza de los años 70 que a los bares del Greenwich Village, y un lema meridianamente claro: "la alegría de vivir".

El año de las 7 películas se inició en Sevilla el pasado abril con el rodaje de Dejen de prohibir que no alcanzo a desobedecer todo, continuó en Kazajistán con el rodaje de Ainur y siguió por 12 paisajes diferentes de la geografía española y portuguesa con Así se rodó Carne Quebrada, título ya en fase de montaje. Seguirá con los rodajes del resto de películas, aún sin título, por Argentina, la India y Jerez, entre otros destinos. En palabras de su director, se trata de "intentar realizar ocho largometrajes de ficción más otros nueve documentales de larga duración sobre el rodaje de cada película y uno resumen de todas con material inédito, pero podría fallar el rodaje de alguna y podrían bajar a seis... Aunque también podría surgir alguna más y es lo que está ocurriendo. Por eso, ahora hablamos de El año de las 7+1 películas, ya que está última será producida por otra firma diferente".

El profesor, articulista y actor ocasional Víctor J. Vázquez, en 'Ainur', el filme kazajo de García-Pelayo. El profesor, articulista y actor ocasional Víctor J. Vázquez, en 'Ainur', el filme kazajo de García-Pelayo.

El profesor, articulista y actor ocasional Víctor J. Vázquez, en 'Ainur', el filme kazajo de García-Pelayo. / M. G.

Cada uno de estos títulos se está abordando en la fecha más idónea para su rodaje: verano en Kazajistán, primavera en Argentina, enero en la India, paisajes en el otoño, otra en un festival de flamenco y dos en la primavera sevillana. Con un equipo prácticamente idéntico en todas pero con temáticas diferentes en cada una, con rodajes de tres semanas y con un metraje de entre 70 y 75 minutos "en las que el amor, la música y los paisajes son los temas favoritos, algunas con mucho sexo y otras muy blancas", según el director nacido en Madrid y profundamente ligado a Sevilla, donde en los años 60 y 70, como propietario del club Dom Gonzalo, locutor radiofónico, productor, dueño del sello Gong y gurú de la psicodelia local, dejó una muy sustancial impronta.

En Dejen de prohibir..., la primera película de todo el proyecto, el set principal se sitúa en torno a la Plaza del Pelícano de Sevilla, en un corralón lleno de artistas con una visión de la vida que se ha convertido en referente del nuevo underground de la ciudad, con la figura central del productor musical Pepe Ortega como eje y la participación de músicos como el Canijo de Jerez. Ainur, por su parte, se rodó el pasado verano en Kazajistán y está protagonizada por Víctor J. Vázquez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla y articulista de Diario de Sevilla entre muchas otras facetas, el cual encarna el papel de un seductor que pierde en un trágico accidente a su novia, Ainur ("luz de luna" en kazajo). El filme, en palabras de García-Pelayo, se plantea como "una historia de amor, arquitectura moderna, ecos y bicicletas a modo de road movie".

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