Un mensaje urgente de la naturaleza

Exposiciones

La sede de la Fundación Biodiversidad acoge hasta el 14 de septiembre la muestra ‘Especies mensajeras’, del artista catalán Álvaro Soler-Arpa

La exposición nos alerta de los devastadores efectos del consumismo en el medioambiente y su biodiversidad

Álvaro Soler-Arpa, con una de sus obras.
Álvaro Soler-Arpa, con una de sus obras. / D. S.

En el cadáver de un antílope, entre sus costillas, emergen latas de refrescos; en el cráneo –¿de una gacela o de un carnero?- observamos una veintena de clavos incrustados. Son estas algunas de las imágenes que impactan al visitante de la exposición Especies mensajeras, del artista medioambiental Álvaro Soler-Arpa. La muestra consiste en un conjunto de inquietantes esculturas cuyo propósito es recordarnos los nefastos efectos de la sobreproducción capitalista –desechos, residuos- en la naturaleza.

En la sede sevillana de la Fundación Biodiversidad (Patio de Banderas, 16) se ubica esta exposición itinerante –hasta el pasado mes de enero estuvo en Madrid, con gran éxito- en la que Soler-Arpa nos presenta 33 obras -23 esculturas y 10 dibujos- y un único mensaje: alertarnos de las consecuencias en el mal cuidado de nuestros paisajes, de nuestros bosques, de nuestras playas. Ese discurso del artista catalán se expresa a través de esta serie de animales en estado de descomposición; de estos ciervos o antílopes que albergan plásticos, bolsas y todo aquello que decidimos arrojar a un mar o a un río.

La exposición, declara el artista, surge motivada por el interés que desde pequeño tuvo “por el dibujo, la anatomía y el movimiento”, además de por “el amor a la naturaleza” que siempre le inculcaron en su casa. “Esta exposición es la conjunción de cuatro proyectos de mi carrera, los cuales empiezan en 2009-2010 y terminan en 2023”. Especies mensajeras, explica Soler-Arpa, se divide en cuatro colecciones: Evolución tóxica, Esculturas del fin del mundo, Naturaleza devastada y Diseño-metástasis. En estos capítulos se desarrolla la idea de “polución, consumismo y arrogancia”, que serían tres miradas con las que abordar la tóxica relación –en todos los sentidos- del hombre y la naturaleza. Junto con estos cuatro apartados, repartidos en las diferentes salas de la Fundación Biodiversidad, apreciamos una escultura en la terraza del edificio. Una terraza de extraordinarias vistas a la Giralda, catedral y alrededores de los Reales Alcázares de Sevilla. “Esta escultura se llama Lucha de egos, y habla del ego del macho como generador de desastres en el mundo”.

Después de años de trabajar en estas piezas pienso que hay un único enemigo: se llama consumismo exacerbado", confiesa Soler-Arpa

Álvaro Soler-Arpa subraya e insiste en lo nocivo del “consumismo exacerbado” respecto del medioambiente; es decir, de cómo la mentalidad consumista degrada la naturaleza y por tanto contribuye a empobrecer nuestra biodiversidad. “Después de años de trabajar en estas piezas pienso que hay un único enemigo: se llama consumismo exacerbado. Si llegamos a ser conscientes de lo malo que es el consumismo, habremos dado un paso muy importante hacia delante. Para mí hay una frase que me resume toda esta exposición: en la era del consumismo, reparar es un acto de rebeldía. Por tanto, hemos de intentar reparar, hemos de intentar reutilizar. No comprar cosas que no necesitamos”.

Especies mensajeras cuenta con el comisariado de Marian Boadas Arpa y con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En la inauguración de la exposición en Sevilla intervino María Jesús Rodríguez de Sancho, directora general de Biodiversidad de Bosques y Desertificación del MITECO. “Desde el Ministerio –declara Rodríguez de Sancho- pensamos que la alianza con la cultura es esencial para proteger y volver a la naturaleza. Con la vida actual, y con nuestro actual modelo productivo, se ha producido una disociación con la naturaleza; sin embargo, la cultura nos puede ayudar a corregir esa disociación, pues nos puede ayudar a volver a establecer la interconexión entre todos los seres vivos”. “Hoy día –continúa Rodríguez de Sancho- hemos perdido la espiritualidad que tiene la naturaleza, y que el ser humano necesita. Esta exposición pone de manifiesto cómo la biodiversidad puede verse afectada por nuestra producción y por nuestro consumo. La muestra es un espejo de cómo está actualmente nuestro planeta. Nosotros tenemos que apoyar estas propuestas artísticas, porque nos ayudan a conseguir que ese mensaje llegue a una mayoría ciudadana”.

Esta exposición pone de manifiesto cómo la biodiversidad puede verse afectada por nuestra producción y por nuestro consumo"

Es esta una visión compartida por Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes –otra institución coordinadora de la exposición-. “La ciencia hace tiempo que nos ha dado los datos, que nos muestran la terrible crisis ecológica en la que estamos, pero esos datos, por sí solos, no cambian la conducta ni forman las conciencias”. Por lo que “la cultura y el arte acompañan a la ciencia para generar un impacto real en la ciudadanía”, considera Rocco, quien entiende este trabajo de Álvaro Soler-Arpa –un trabajo de años- como un valioso instrumento para difundir una realidad que no siempre tenemos presente, y que nos urge atender. “Creemos que esta alianza entre el Círculo de Bellas Artes y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico va a tener un impacto artístico-científico en la ciudadanía”, concluye.

En la muestra –hasta el 14 de septiembre en el Patio de Banderas- también colaboran la Fundación Lluís Coromina y el “movimiento social” Plastic Pollution Coalition, cuya CEO es Dianna Cohen, quien destaca cómo en estas esculturas se representa “a través de la metáfora” lo que actualmente sucede en nuestro medioambiente. “La gente no sabe que come y bebe plástico cada día”, advierte.

En cuatrocientos metros de exposición –el espacio que ocupa Especies mensajeras- se resume una perjudicial tesitura que abarca kilómetros de extensión, entre paisajes, océanos y continentes. Nos referimos, claro, a la contaminación de la naturaleza a causa del hombre y sus dinámicas actuales –relacionadas con la sobreproducción y el exceso de consumo-. Álvaro Soler-Arpa, a través de la creación, nos invita a reflexionar acerca de este mensaje de la naturaleza que casi siempre olvidamos y que sin embargo nos urge atender.

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