En el año 2010, el abogado y coleccionista Luis María Venegas Lagüéns emprendió con la ayuda del pintor Ricardo Casstillo un proyecto que difundía a algunos de los mejores artistas contemporáneos centrándose en la edición de obra gráfica. Con el nombre y la premisa de El paisaje andaluz. Por cañadas, cordeles y veredas, la propuesta reivindicaba la belleza escondida de los caminos que habitualmente recorría el ganado y que el hombre, cansado del ruido de las ciudades, había ido descubriendo como sendas en las que reencontrarse consigo mismo. Aquella serie, que se presentó a finales de ese año en la galería Concha Pedrosa, arrancaba con creaciones del propio Casstillo, Magdalena Bachiller, Pedro Simón y Antonio Sosa, autores de sensibilidades y estéticas diversas que reinterpretaban en un diálogo estimulante el mismo punto de partida. Un paisaje, venía a decir aquella iniciativa, es tanto una realidad como un estado de ánimo; se vuelve más fértil en la mirada de quien lo contempla. Ahora, casi dos años después de que uno de los promotores, Ricardo Casstillo, falleciera en julio de 2020, se publica la quinta carpeta y se inaugura, esta tarde a las 19:00, una exposición en la Casa Fabiola que recopila los originales de las obras que han visto la luz dentro de esta iniciativa.

La muestra, programada hasta el 24 de abril, pone de manifiesto la extraordinaria nómina a la que ha dado cobijo El paisaje andaluz en estos años, una larga lista que incluye a artistas de la talla de, entre otros, Curro González, Federico Guzmán, Ruth Morán, Daniel Bilbao, Patricio Cabrera o Javier Buzón. En este intervalo han muerto tres de los invitados a la colección, los añorados Félix de Cárdenas, Paco Cuadrado y Manuel Salinas, y otro de los creadores que forma parte del conjunto, Guillermo Pérez Villalta, fue distinguido recientemente con el Premio Nacional de Obra Gráfica, un reconocimiento que puede entenderse como un símbolo del nivel de los grabados que aquí se reúnen.

La obra de Abraham Lacalle.

Con la última carpeta y la apertura de la exposición, Venegas Lagüéns da un impulso a una aventura que, pese a su importancia, pasó por numerosas vicisitudes. "La idea era publicar una nueva entrega cada seis meses y tener un sistema de suscripciones", señala la galerista Carmen Aranguren, que se ha sumado a este proyecto en su nueva etapa. "El proceso es el siguiente: Luis, una persona muy sensibilizada con el arte contemporáneo, el único coleccionista andaluz de la Asociación 9915, que antes había sido responsable junto con Casstillo de otro proyecto mítico, 50 ojos, compra originales a cada artista y también se hace con los derechos para su reproducción gráfica. Publica 35 ejemplares de cada carpeta, con la idea de venderlos entre suscriptores e interesados", cuenta la especialista. La previsión de editar ocho entregas se vio afectada por las circunstancias –la crisis económica y la caída de varios suscriptores, más tarde la irrupción del Covid–, que frenaron aquel hermoso sueño: los últimos paisajes hasta la fecha databan de 2014.

El blanco y negro de las series anteriores ha dado paso a un intenso cromatismo a cinco o seis tintas: en la quinta carpeta, en la que se estrena el impresor Rodrigo Tavera, es difícil apartar la mirada de las vívidas recreaciones del campo que plantean Concha Ybarra, Cristina Lama, Abraham Lacalle y José Manuel Pérez Tapias, de nuevo primeros nombres del arte andaluz.

El paisaje de Concha Ybarra.

Para el profesor de Historia del Arte Andrés Luque Teruel, autor de los textos de esta y las anteriores carpetas, Concha Ybarra opta por "una paleta de colores cada vez más pura y brillante, potenciada por un sentido de la iluminación moderno y eficaz"; Abraham Lacalle se confirma como "uno de los grandes paisajistas de las dos primeras décadas del siglo XXI" por "la agilidad de sus amplios trazos, la figuración espontánea y la viveza de su pintura". Cristina Lama se decanta, en opinión del especialista, por "un nuevo tipo de paisaje, intelectivo y caótico", "como si volviésemos a las antiguas cuevas prehistóricas, mas con la experiencia de varios milenios de evolución"; mientras que Pérez Tapias parece dialogar con otros artistas: su "punto de vista bajo, que deja fuera de la composición la copa de los árboles, fue muy frecuente desde que lo plantease Gustav Klimt a principios del siglo pasado; tanto el valor de las siluetas como los colores puros y planos tienen un antecedente directo en Henri Matisse". Para el futuro, la voluntad de los promotores de El paisaje andaluz es completar las ocho carpetas previstas con los autores que planteó Ricardo Casstillo.