Retrato de un país desde una hamburguesería
La periodista Solange Levinton cuenta la historia de Argentina en el último cuarto del siglo XX a través de la cadena de comida rápida Pumper Nic
La ficha
Un sueño made in Argentina. Auge y caída de Pumper Nic. Solange Levinton. Libros del Asteroide. Barcelona, 2025. 216 páginas. 19,95 euros.
Sevilla tuvo en los años ochenta su propia cadena de hamburgueserías. Se llamaba Dulio y tenía unos menús con nombre de baloncesto. Sus locales eran lugares que hoy recuerdan como míticos aquellos que ya peinan canas. O simplemente aquellos que ya poco pueden peinar. Con Dulio creció una generación de sevillanos, mucho antes de que McDonald's abriera su primera franquicia en la Campana y de que Burger King todavía no mostrara interés alguno por aquella ciudad que ya empezaba a transformarse antes de la Expo 92. Era una ciudad en la que aún no había centros comerciales y la comida rápida estaba en estado embrionario.
El lector se preguntará de qué va esto, qué hace un tipo contando batallitas del Dulio en las páginas de Cultura. Bien, es la imagen que a este reseñista le ha venido a la mente nada más abrir el libro que tiene previsto hoy comentar. Un sueño made in Argentina, de la periodista Solange Levinton, cuenta la historia de Pumper Nic, la primera cadena de hamburgueserías del país del tango. Y no es poca cosa abrir un restaurante de comida rápida en un lugar en el que el culto a la carne es algo sagrado. Levinton retrata con maestría cómo fue aquella aventura empresarial. Y de paso hace una crónica de un país y de una época.
Si en vez de nacer en Buenos Aires, esta periodista fuera sevillana, habría trazado un retrato antológico de la Sevilla de los años ochenta a través de la historia de Dulio. Además, el logo de Pumper Nic (que por cierto fue denunciado por Burger King por plagio y tuvo que ser modificado) recuerda bastante al de la hamburguesería sevillana. Pero Levinton no nació en la capital andaluza sino a más de diez mil kilómetros de distancia y con un océano de por medio, así que nos toca conformarnos con su reportaje sobre el primer fast food en el país del asado. Y que no suene a mal. Es una delicia.
La autora escribe tan bien que ha ganado por este libro el tercer premio de no ficción de la editorial Libros del Asteroide. Sucede en el palmarés a El mal dormir, un ensayo de David Jiménez Torres que nos suena demasiado familiar a los que dormimos poco, y a 14 de abril, el libro de Paco Cerdà sobre qué hacía el pueblo llano el día que se proclamó la Segunda República. Dos obras más que interesantes a las que se suma esta tercera, todas ellas editadas por un sello que parece estar en plena forma, sobre todo en el terreno de la no ficción. Valga la ocasión para recomendar la extraordinaria biografía/perfil de Julio Iglesias escrito por Ignacio Peyró, titulada El español que enamoró al mundo. Da igual que les interese Julio Iglesias entre cero y nada, leánla.
Pero a lo que vamos, Levinton se remonta unas décadas para contar cómo fue la llegada a Argentina, huyendo de los nazis, del patriarca de la familia del fundador de Pumper Nic, cuenta la evolución política de un país en plena dictadura en el que a alguien se le ocurrió que los ciudadanos querrían comer hamburguesas en vez de filetes de lomo alto de tres dedos de grosor. Y el tremendo éxito que tuvo la iniciativa, abriendo locales en distintos puntos del país y hasta en otros lugares de Iberoamérica. Todo era nuevo, el mobiliario que recordaba a las grandes cadenas americanas, un sitio de autoservicio en un país acostumbrado a comer a mesa y mantel, con unos muebles en los que arrojar la basura, en los que había pintado un simpático hipopótamos precisamente el que adorna la portada del libro.
Aprovechen si aún están de vacaciones, el libro es buena carne de lectura playera
Todo contextualizado en su época, aderezado con declaraciones de trabajadores o de gente allegada a los empresarios, extractos del pleito que la cadena argentina mantuvo con Burger King por el plagio de su logo y detalles del declive que acabó con la firma años después, porque la felicidad siempre es efímera. No es un texto sobre una empresa, es una crónica de la Argentina del último cuarto del siglo XX. Sí, esa Argentina de la dictadura militar y del terrorismo de los montoneros, de los dos mundiales, de la mano de Dios y del mejor gol de la historia del fútbol, de la guerra de las Malvinas y de la crisis económica que llevaría al corralito.
Levinton es heredera de los varios maestros del periodismo que ha traído su país. Rodolfo Walsh, Jorge Lanata, Martín Caparrós, Leila Guerriero... Precisamente el texto sobre Pumper Nic llega a las librerías españolas el año siguiente de que Guerriero conquistara crítica y público con La llamada, un extenso perfil sobre la militante montonera Silvia Labayru que abría paso a unas preguntas de difícil respuesta, como si una mujer violada puede sentir placer o, quizás aún peor, cómo es que aquella mujer sobrevivió a unas torturas de las que nadie salía vivo. Levinton nos trae ahora una lectura mucho más amable, muy placentera, que se lee de una sentada porque, alabado sea Dios, el libro tiene poco más de 200 páginas. Aprovechen si aún están de vacaciones, porque este Un sueño made in Argentina es buena carne de lectura playera. Y enchúfense a Calamaro en el Spotify para acompañarla. Y, si peinan canas, o si ya no peinan gran cosa, ya verán como todo esta historia de Pumper Nic les trae a la mente aquel Dulio sevillano de los años ochenta. O a cualquier otra hamburguesería que hubiera en su ciudad antes de la llegada de los gigantes norteamericanos. Quiso además el destino que el local de Dulio (luego Viana) en la calle Velázquez, en el centro de Sevilla, sea hoy la sede de la Casa del Libro. Y el de Nervión, la de la Botica de Lectores. Hamburguesas y libros. No es mal plan.
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