Valdivieso, el maestro entusiasta que creó escuela
El mundo académico llora la pérdida de un investigador fundamental que fue también un docente que avivó vocaciones.
Enrique Valdivieso, un recuerdo personal

Cuando era joven y aún no había decidido a qué consagraría sus estudios, la hoy profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Fátima Halcón asistió a una conferencia sobre Rubens que pronunciaba en el Alcázar Enrique Valdivieso. "Cuando terminó fui a darle la enhorabuena, y le comenté que me gustaría tener una charla con él. En ese encuentro posterior me convenció para que estudiara la carrera de Historia del Arte. Así que le debo mi trayectoria profesional, porque por él me inicié en esto", recuerda la investigadora, una de las voces del mundo académico que ha expresado este domingo la orfandad que deja la muerte accidental del catedrático y su mujer Carmen Martínez.
Halcón evoca la renovación que encarnó Valdivieso en una Universidad "donde los profesores tenían otro enfoque" y aquel joven "venía del Teatro Universitario de Valladolid y manejaba una oratoria que nos cautivaba", señala la especialista. Otro de sus discípulos, el catedrático José Fernández López, lo describe como "un profesor diferente. Era muy cumplidor en sus clases, tajante en este sentido, nunca faltaba. Se mostraba radical en sus horarios, empezaba y terminaba a su hora, pero sus maneras de enseñar eran muy distintas a lo que se hacía", argumenta. "Él se apoyaba en las imágenes. A través de las diapositivas, no sólo daba datos, sino que manifestaba sensaciones, algo que yo siempre he pretendido también", añade Fernández López, que celebra de su mentor su bibliografía "enciclopédica, por la cantidad de temas que ha tratado" y la huella que ha dejado en las generaciones que le han seguido, "profesionales que están en la Universidad, pero también en museos, instituciones de patrimonio, institutos... Y todos tienen un recuerdo cariñoso y emocionado de él".
Luis Méndez, director general de Cultura y Patrimonio de la Universidad de Sevilla, distingue también en el perfil de Valdivieso esa convivencia entre "un sentimiento profundo de responsabilidad" con "una pasión que contagiaba a los alumnos". El catedrático aprecia cómo "uno de los investigadores más internacionales de la pintura sevillana, andaluza y española", que demostró en sus estudios y exposiciones "una lucidez y un acierto enormes", encontró en los libros y las publicaciones otras vías para la divulgación. "Y quiero mencionar a su mujer, Carmen, catedrática de Latín, que completa una familia de humanistas".
Al director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Pablo Gutiérrez-Alviz, institución de la que Valdivieso era miembro, le admira esa constancia con la que el autor llegaba a sus lectores: "Hace unos días presentaba la nueva edición de Pedro de Campaña. Pintor flamenco en la Sevilla del Renacimiento (Athenaica) en la Academia, pero es que apenas unos meses atrás presentaba un libro sobre la pintura sevillana en el tránsito del XIX al XX", indica asombrado el director de la Academia, que preparaba junto a Valdivieso "una exposición sobre los cuadros robados por el mariscal Soult, de la que habíamos tenido reuniones y Enrique ya había hecho la selección. Sería un bonito homenaje a su figura retomar más adelante este proyecto".
Su compañero de viaje Alfredo J. Morales considera que Valdivieso ha sido un estudioso "básico no sólo en Sevilla, sino en España, en lo que respecta a la Historia del Arte", y entre las colaboraciones conjuntas recuerda como una "iniciativa pionera" la publicación de Sevilla oculta. "Nadie se había metido en las clausuras y los conventos nos dejaron trabajar con libertad. Siempre recordaré ese episodio con cariño", afirma el profesor emérito, que firmó también con Valdivieso y María Jesús Sanz y Juan Miguel Serrera la memorable Guía artística de Sevilla y su provincia. Morales alude también al entusiasmo que generaba su labor docente: "Como profesor tenía una capacidad fabulosa para captar la atención de los alumnos, para llevarlos a la investigación, y siempre había llenos cuando presentaba un libro o daba una conferencia. No es una exageración provocada por la terrible noticia que hemos tenido hoy: Enrique Valdivieso era una persona extraordinaria".
También te puede interesar
Lo último