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Sin citarlo una sola vez por su nombre, Hollande mostró ayer en Málaga su desprecio por Donald Trump. El ejemplo más serio fue cuando dijo que los presidentes americano y ruso no son modelos europeos. "Cada uno tiene su modelo, el de Europa es la defensa de la democracia, la libertad y la dignidad de las personas". Ergo, ni Trump ni Putin tienen esos valores como prioridad.

Y el detalle más chusco fue cuando un periodista francés le invitó a calificar a un presidente que se guía por lo que oye en una televisión, en vez de por lo que le dicen sus servicios de Inteligencia. Se refería al supuesto atentado en Suecia que Trump le pareció ver en una cadena de televisión. Hollande hizo una larga pausa, para a continuación invitar a responder al presidente español... Después de sonoras carcajadas de todos los presentes, Rajoy arqueó las cejas y pasó también. Y ahí ya, sí, Hollande entró en el asunto y dijo que hay algo peor que guiarse por lo uno imagina haber oído en una tele y es "fiarse de un tuit".

A Trump fueron dirigidos muchos otros dardos. El francés recordó que la crisis de las subprime [hipotecas basura] vino de Estados Unidos, por un laxismo y una desregulación que ahora se pretenden reintroducir. Y que hay extremistas que defienden falsas soberanías nacionales que supondrán menos libertad, menos comercio, menos actividad económica y menos empleo. Pero todo tiene un límite; en materia militar no se salió del guión. Sostuvo que los europeos tienen que reorganizar su defensa en el seno de la Alianza Atlántica. Si un presidente socialista francés, que sale del cargo, no se atreve a criticar el protectorado militar americano en el viejo continente, es que el pilar europeo de defensa dentro de la UE al que aspiraba el Tratado de Maastricht está guardado en un cajón.

En el trato, anfitrión e invitado han estado 'estupendos'. Con tonos distintos. Para Rajoy su interlocutor era "el presidente de la República", que tenía el cariño y el aprecio nada menos que se "todos los españoles". Mientras Hollande se refirió al español con menos ceremonia, citándolo simplemente por su nombre de pila: Mariano. Pero más allá de las cortesías diplomáticas, el presidente francés anunció que ha invitado al español a una reunión en Versalles de los cuatro grandes países europeos para preparar la cumbre del 25 de marzo que conmemorará el 60 aniversario del Tratado de Roma y en la que se pretende relanzar la Europa a 27, sin el Reino Unido. Una UE en la que Francia, Alemania, Italia y España jugarían la Champions y liderarían la primera velocidad.

Las primeras risas de Hollande en Málaga fueron a la llegada con Susana Díaz, que sacó su empatía a pasear con el presidente francés y con su ministra de Educación, Nayet Vallaud-Belkacem. El momento ha quedado inmortalizado en la foto de familia. La hiel fue para Trump. A Hollande le cae muy gordo; no lo puede disimular.

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