Teodoro León Gross

El abismo del PSOE: Partido Socialista Obrero de los ERE

El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Sergio Romero, muestra una foto a Susana Díaz.
El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Sergio Romero, muestra una foto a Susana Díaz. / Efe

01 de diciembre 2019 - 06:00

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Cuando The New York Times se enfrentó al escándalo formidable de Jayson Blair, aquel reportero que coló plagios y ficciones impactantes en su portada, allí acabaron por comprender algo tras pasar algunos días noqueados: dentro quedaba un cráter profundo por el fallo desastroso de sus controles; pero afuera tenían otro problema, porque los rivales se habían lanzado contra ellos para aprovechar el desastre y tratar de destruir su liderazgo. NYT afrontó las dos cosas a la vez: el agujero interno y los ataques del exterior. El PSOE, aún noqueado por la sentencia de los ERE, tendrá que asumir algo semejante.

El abismo oceánico que les ha abierto la sentencia no se va a superar con el efecto balsámico del tiempo, porque el acoso externo va a ser implacable. Esta semana ya han tenido ocasión de comprobarlo en el Parlamento. San Telmo ha dictado orden de no permitir al PSOE que pueda siquiera recuperar oxígeno. Bendodo les advierte que durará años, e incluso no ha dudado en vaticinar que si pudieran lo volverían a hacer porque va en su ADN. Marín se sumó a la idea de que esto no es un escándalo del pasado sino también del "futuro". No habrá tregua. Su portavoz ya les advirtió sobre sus perspectivas de regeneración: "nunca, nunca, nunca". Incluso Adelante Andalucía se ha lanzado al ajuste de cuentas reclamando la cabeza de la odiada ex presidenta. El PSOE, como le sucedía al NYT, es el grupo hegemónico y nadie va a vacilar por escrúpulos. La consigna con ellos es la de Carlos Salvador Bilardo: "Pisalo, pisalo, al contrario pisalo… Qué carajo me importa; pisalo, al contrario pisalo".

Hasta cierto punto Susana Díaz ha tenido suerte. Si la sentencia le sobreviene en la Presidencia, hubiese acabado por sufrir una moción de censura en caso de no dimitir, y su carrera estaría acabada. En la oposición, tiene margen para gestionar el cataclismo y pensar en el futuro, aunque qué futuro. Pero sus planes de volver a San Telmo, por la vía directa o por una circunvalación, no pueden diseñarse sin incluir la presión de los ERE. Como le decía el consejero de la Presidencia esta semana, con esto hay tralla para dos legislaturas. La rocosa hegemonía del PSOE, con un gran legado ahora convertido en lastre, es muy tentadora. Y además ¿cuándo ha sido la política un conflicto en función de escrúpulos morales virtuosos? Aquí vale todo, a degüello.

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La munición de los ERE no sólo es un flanco debilísimo para el PSOE, sino un recurso fácil para sus rivales. Los dirigentes socialistas ya saben lo que hay. Susana Díaz lo ha experimentado esta semana al abordar la sanidad, donde el caos ya ha llevado a la destitución del gerente del SAS y a ponerlo al frente de un Hospital Regional donde ni siquiera va a poder tomar posesión. Sí, un caos.

–¿Y los ERE qué?

A ver, de hecho, el Hospital Regional de Málaga ha aplazado cientos de pruebas, más de medio millar, por falta de personal; se cierran camas y quirófanos en distintos hospitales, incluso plantas en el Hospital de la Mujer de Sevilla, y ya hay tres pacientes por habitación en el Virgen de Valme. En el complejo hospitalario de Jaén se están dando citas para finales de 2020. Y eso después del plan de choque.

–¿Y los ERE qué?

La sanidad no funciona. Desde septiembre, por la falta de recursos financieros debido a la mala gestión, se ha producido un corte drástico en las contrataciones sanitarias. 700 profesionales menos al mes. El Gobierno se está negando a dar datos a todos los sindicatos sanitarios. Los ceses tratan de proteger al consejero de Sanidad ya achicharrado.

–¿Y los ERE qué?

No, no se trata de los ERE sino del colapso de la sanidad pública andaluza, con camas, quirófanos, incluso plantas cerradas; operaciones canceladas; citas a más de un año; cientos de sanitarios perdidos cada mes…

–Sí, ¿y los ERE qué?

Pues esto sucederá igual cuando se pregunte por Educación, o por Igualdad o por la Bajada Masiva de Impuestos. Ésta es la realidad que va a tener que afrontar el PSOE, y no se intuye ninguna estrategia. A veces incluirán a Bildu, o la Antiespaña, pero siempre quedará la sentencia de los ERE.

3

La gesta de Magallanes-Elcano, de la que se conmemora este año su quinto centenario, es uno de los grandes hitos de la humanidad. Precisamente Moreno Bonilla…

–¿Y los ERE qué?

–Espere, hombre, que es un elogio.

–Ah, vale.

… Precisamente Moreno Bonilla, sobre aquella "salida a mar abierto, desde Sanlúcar de Barrameda, de la expedición que partiendo de Sevilla culminó la primera vuelta al mundo" ha mostrado más compromiso que el Gobierno central, con una miopía que se arrastra desde Rajoy a Sánchez. Los complejos con la Historia de España es de las cosas que este país ha de hacerse ver. En todo caso, más allá de que la mayoría de marineros fuesen andaluces –solo quedaron tres entre los 18 supervivientes que regresaron la nao Victoria– la Junta se ha volcado en reivindicar el legado y difundirlo. Quizá en vano, por la campaña más eficaz de Portugal, aprovechando la desidia de España. Pero hay que celebrar el centenar largo de iniciativas de Andalucía, origen y destino.

Sin embargo, el consejero Marín se ha metido en un charco anunciando que la Ruta Magallanes Sevilla-Sanlúcar es lo que va a vender en los Goya de Málaga. No se sabe si es un provocador o un chisgarabís. Teniendo ya a la Costa del Sol en armas después de despreciar el tren litoral, una infraestructura imprescindible, y exhibir un absurdo desdén por la pérdida del vuelo a Nueva York, que se ha visto como un guiño a que vaya al aeropuerto de Sevilla, este gesto se ha interpretado definitivamente como una chulería.

–Eh, eh, ¿y los ERE qué?

–Pues sí, ahora sí, porque en efecto Moreno Bonilla y Bendodo no salen indemnes.

El PP siempre defendió que la Consejería de Turismo debía estar en Málaga (en algunas campañas, añadían también el Tribunal de Defensa de la Competencia, el Consejo Económico y Social o la Cámara de Cuentas) y el propio Bendodo atacó sin medias tintas al Gobierno socialista por no nombrar un consejero malagueño en Turismo, algo que consideraba innegociable. De aquellos polvos, estos lodos. Si incumples tus criterios y Turismo no va a Málaga, si luego vas tú y no nombras a un malagueño sino a un político para el que el Turismo solo es un escaparte personal, nadie va a tragar con matices. Y si en esas va el consejero y anuncia que lleva a los Goya de Málaga una promoción de su pueblo, porque Sanlúcar es su pueblo, se puede augurar un clima cada vez más hostil del sector.

–¿Y los ERE qué?

Pues el caso de los ERE peor, claro. Pero no pueden ser una coartada para silenciar la mala gestión política.

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