De cuando la cría de pollitos...

03 de agosto 2025 - 03:11

Así como el toreo está plagado de frases casi siempre adjudicadas a Guerrita o al Gallo, el fútbol no le va a la zaga. El universo futbolístico también está plagado de sentencias que pasan de anecdóticas a categoría según avanza el tiempo. Y se nos viene a la memoria aquella del primer Lopera cuando le pegó un tijeretazo a la cantera bajo la aseveración de que “para qué voy a criar pollitos que luego se los comerán otros”.

Y descuidó los escalafones inferiores dejando un puñado de años en blanco, justamente desde la hornada de Cuéllar, Roberto, Merino, Cañas y Márquez hasta que a finales de los noventa surgió la de Capi, Joaquín, Dani y Arzu. Tiempo entrambas hornadas que sirvió para una fuga de valores entre los que, por ejemplo, se encontraba un tal José Antonio Reyes, hijo de un bético irredento que lucía cadena de oro con el escudo de las trece barras y que le duró en el pecho el tiempo que tardó su hijo en ser la figura que fue.

Tiempos pretéritos que dieron paso a un presente diametralmente opuesto, lo que está generando unos réditos ciertamente considerables. La enseñanza sacada de lo último malvendido, que fue la marcha de Ceballos al Madrid, se corrigió con Fabián y a partir de ahí, todo ha sido éxito tras éxito para tener al Betis en una situación económica que nadie hubiera sospechado hace dos lustros. Ahora no se le hace ascos a la cría de pollitos, pues haber dado con la tecla para evitar que otro se los coma gratis es el secreto.

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