En el reencuentro más doloroso

Assane Diao y Jesús Rodríguez al otro lado del campo esta tarde en La Línea. Ninguno ha cumplido todavía los veinte años y van a reencontrarse con el club que los formó y los vendió. Aunque las prisas por ingresar en tesorería urjan, lo cierto es que da pena ver cómo lucen con otra camiseta. Ambos entraron como un tiro en el primer equipo bético con enorme repercusión Diao cierta noche granadina y cautivando Jesús desde aquella tarde vallisoletana en que estuvo a punto de darle la vuelta a un marcador en contra.

Betis-Como junto al Peñón y cuñas de la misma madera para darle al amistoso un plus sentimental de considerable calado. El maldito parné emponzoña cuanto toca y lo prioriza todo hasta el punto de ver con tristeza cómo chavales criados en casa afrontan la vida bajo otra bandera. Descubierto el filón que una cantera racionalmente llevada puede proporcionar, el materialismo se impone y deja a un lado toda carga sentimental. LaLiga con esos rígidos parámetros que alarmaron por las dificultades para inscribir efectivos ha llevado a estos desarraigos que tanto duelen. Y lo más curioso es que ahora, cuando las cuentas se tiñeron de azul, esa misma institución tiende a flexibilizar las cosas.

Una pena no haber sido antes esa relajación de cuentas y quizá de esa manera no hubiera tenido el Betis tantas prisas por convertir el oro del talento en el cobre del maldito parné. Hoy en La Línea, dura sesión para el desarraigo.