La ventana
Luis Carlos Peris
La Ruta de los Belenes
Verdaderamente impresionante el poder de convocatoria que la Virgen de los Reyes mantiene entre su clientela, numerosísima según se desprende de las colas que en este tiempo de besamano y de calor africano se montan desde la plaza del mismo nombre hasta los pies de la Patrona de la Archidiócesis en el trascoro de la Catedral. Dicen los iniciados en este asunto que se ha hecho práctica habitual tal tirón taquillero en este primer turno de besamano, que tras la procesión del 15 habrá otra tanda. ¿Tendrá algo que ver la crisis mental que padecemos para este ataque de fervor? Pudiera ser, ¿por qué no?, que el personal ande acongojado, o como se diga, ante la que se nos está viniendo encima y quiera invocar la protección de la Patrona en estos asuntos tan terrenos y prosaicos. A cincuenta grados al sol de la tarde sevillana, es tremenda la longitud de la cola de personas que esperan su turno para la gloria de acceder al frescor catedralicio y, por ende, postrarse ante la que por Ella reinan los Reyes.
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