Abundando en el drama del ficus

20 de agosto 2022 - 01:46

Hagamos hincapié y pongamos el acento en el punto de partida, que es el indudable dolor que acarrea la tala de un árbol centenario. Y de un árbol tan familiar en el escenario de nuestra vida como el ficus de San Jacinto ni que contar lo que duele su destrucción. Y a partir de ahí convengamos en la desmesura de las reacciones y de dónde proviene esa división de opiniones tan acentuada. Pasa que, según los afectados por los estropicios que puede acarrear esa joya botánica, ha habido un partido político que se ha caracterizado por su acendrada defensa del ficus. Un partido de extrema zurda aboga por su conservación y, aunque no lo diga explícitamente, que le vayan dando a la iglesia que le da sombra. Es más, no parece que les duela demasiado que el viejo convento de San Jacinto pueda caerse y que el árbol haga el trabajo que con tanto gusto ellos harían.

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