La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Catarata de homenajes póstumos

Estupefacción ante la catarata de elegías en memoria del mejor comunicador que parió este país aún llamado España. Homenajes a granel por las ondas y en el papel, en los aires y en negro sobre blanco. Homenajes en aluvión, pero como es habitual en esta tierra tan de garbanzos todos son póstumos. Si una ínfima parte de cuantos loan a Jesús Quintero tras morir en el más absoluto anonimato le hubiesen echado una mano en vida, el Loco hasta podría haber seguido en lo alto de su singularísima colina. Toda España, todo el mundo, cabía en una entrevista de Jesús, pero el tramo postrero de su vida ha sido cruelmente duro. Fue echándole órdagos al poder y cayó en el menos pensado hasta ser condenado a una muerte civil implacable. Una noche le vi llorar, se había suicidado Rafi Escobedo y no se veía exento de culpa. Ahora lloran muchos culpables. La vida misma.

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