Cómo Curro y Triana van de la mano

Mucho ha tardado, pero como nunca es tarde si la ocasión lo merece, he aquí que esta noche, Triana se dispone a adoptar como hijo a un artista que de trianero sólo le faltaba la cuna. Por fin, Triana reconoce a Curro Romero como hijo cuando lo fue desde que quiso ser torero y tenía su horizonte en el toreo de fragua y de manos bajas. Con los años, ¿dónde se iba Curro a festejar que la tarde había salido gloriosa? Pues se iba al Puesto de las Flores para rematar en El Morapio hasta que el Cachorro decía basta. Triana siempre estuvo en la sangre de este Faraón de la margen derecha y qué contar de los berrinches que en la Peña Trianera le hacía pasar a Juan García cuando le ahorcaba el seis doble. Esta noche recibe Triana a Curro y bien está lo que bien acaba, pero ha pasado demasiada agua bajo los puentes desde su auténtico bautizo trianero.