HIPOCRESÍA indudable la que el partido gobernante muestra un día sí y otro también. Es más, parecen sus dirigentes expertos en ponerle una vela a Dios y otra al Diablo, predicar una cosa aquí y otra allí. Con los toros no iba a ser una excepción y así mientras el presidente dice ahora que no debieron prohibirse en Cataluña, Televisión Española decide incluir la Fiesta en el apartado de cuestiones violentas y poco recomendables para ser propaladas desde el Pirulí. Otro bajonazo a la Fiesta y lo que te rondaré, pero es que lo más lamentable es la doblez en las decisiones, cómo primero se justifica el ninguneo por la falta de firmas que quieran publicitarse en la corrida y ahora que ya no tiene razón de ser esa excusa se incluye en el apartado de temas violentos. Todo para no dar una línea de lo que siempre ha sido el segundo espectáculo de este país aún llamado, y quién sabe hasta cuándo, España.