Echando las pulgas al adversario

23 de agosto 2019 - 02:31

Vivimos de milagro, eso está tan claro que ya no puede sorprendernos cualquiera de esas catástrofes que nos acosan con la imprevisión como principal factor. Entre incendio e incendio en cualquier rincón de nuestro territorio, ora en la Península como en los archipiélagos, lo último ha sido la alarmante epidemia que ha causado una carne infectada. Una carne en mal estado o cualquiera sabe qué causa ha producido esa listeriosis que ha levantado un histerismo de no te menees. Histerismo justificado, sobre todo por la poca claridad en su génesis y, sobre todo, por la actuación desleal que es corriente en nuestra nefasta clase política. No es de recibo que con damnificados en riadas a los hospitales, los mandarines se sacudan las pulgas mientras los pacientes se sienten como bolas de tenis que van de un lado a otro de la red, estupefactos y sin saber a qué se debió todo.

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