Frente civil

Sevilla padece un retraso en infraestructuras básicas que no tiene ninguna justificación; ya es hora de que se alcen voces

10 de marzo 2019 - 02:31

Los empresarios de Sevilla, la organización que formalmente los representa, han dicho que ya está bien. No es la primera vez que la Confederación Empresarial Sevillana (CES) y su presidente, Miguel Rus, lanzan el grito de alarma sobre el retraso que infraestructuras básicas para la ciudad sufren desde hace décadas, sean éstas de titularidad estatal o autonómica y dependan o hayan dependido de administraciones del PSOE o del PP. Esta vez los empresarios parece que quieren pisar más fuerte -ya era hora- y hablan de encabezar una movilización que implique a instituciones y colectivos de todo tipo. Algo así como la creación de un frente civil con capacidad de hacerse oír y poner nerviosos a los gobiernos central y autonómico y, de paso, al Ayuntamiento de la ciudad, que es al que le tocaría llamar a las puertas de La Moncloa y de San Telmo para desbloquear obras imprescindibles que lastran el desarrollo de Sevilla. Las más acuciantes constituyen una lista que lleva ya demasiado tiempo golpeando en los oídos de los sevillanos y que año tras año es postergada en los Presupuestos del Estado y en los de la Junta de Andalucía: finalización de la SE-40, incluidos los túneles bajo el Guadalquivir; construcción de las líneas pendientes del Metro para dotar a Sevilla de una red como tienen todas las ciudades de su dimensión, conexión de la estación de Santa Justa con el Aeropuerto o ampliación del tranvía para que se convierta en un sistema de transporte de superficie eficaz.

¿Lograrán los empresarios mover a la ciudad para que objetivos tan evidentes se pongan en vías de solución? Sevilla no se ha distinguido nunca por su capacidad de alzar la voz; desgraciadamente, por todo lo contrario: es la ciudad de los silencios. Y a gala parece que lo lleva. Pero quizás algunas cosas estén cambiando. Que sea una institución como la CES la que enciende el motor de arranque es algo que hay que valorar, más que nada por la falta de costumbre. Muy cerca, en Huelva, se está produciendo un movimiento similar que es ya todo un éxito de convocatoria. El frente civil por las infraestructuras de la capital onubense quiere mostrar esta semana su fuerza en la calle. El 15 de marzo será la fecha clave y un buen indicador para comparar con lo que pase aquí.

Lo que sí va a quedar claro en Sevilla es que por fin parece que hay una gente capaz de hablar a las claras de los problemas que se eternizan en la ciudad. El papel que está haciendo la patronal y su presidente en sentido es pionero en la ciudad. Aunque sólo sea por eso ya merece la pena.

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