La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El teleférico, el talismán perdido
Editorial
CONSTRUCCIONES y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) es una de las empresas del sector del transporte con mayor presencia en Andalucía en los últimos años: adjudicataria de la construcción y explotación del Metro y fabricante del tranvía de Sevilla; adjudicataria de los trenes para las líneas 1 y 2 del Metro de Málaga; creadora, junto con Santana, de una empresa mixta para fabricar trenes ligeros y metropolitanos en Linares... Hace unas décadas era sobre todo un mero fabricante de vagones de tren que veía cómo las grandes multinacionales (Siemens, Alstom, Bombardier) desembarcaban en España y empezaban a copar los grandes contratos del Estado. ¿Cómo podía responder David a varios Goliat a la vez? CAF contaba entonces con un pequeño departamento de I+D y se apoyó en él para desarrollar tecnologías ferroviarias como estrategia defensiva. Hoy, CAF suministra sus propios tranvías a Edimburgo y trenes de alta velocidad a Turquía y hasta tiene una factoría en Elmira (Nueva York). CAF fue una de las empresas que en calidad de socio numerario (aportación de al menos 1 millón de euros) estuvo presente en la reunión del patronato de Corporación Tecnológica de Andalucía, el consorcio promovido por la Consejería de Innovación (iniciativa pública) y gestionado y participado por empresas privadas (ya suman un centenar) que, en cooperación con las Universidades de la región (modelo americano), ejecutan proyectos de I+D+I (Investigación más Desarrollo más Innovación) que permitan crear nuevos productos y servicios comercializables. Corporación Tecnológica ha logrado implicar a casi mil investigadores en 143 proyectos dotados con 136,5 millones de euros de inversión en sectores que son ahora la vanguardia de las economías punteras del mundo: aeroespacial, biotecnológico, energético y tecnologías de la información. En cartera están 80 nuevos proyectos y 25,5 millones de euros más para invertir en I+D+I, la única vía que permitirá aplicar en Andalucía la misma receta que se aplicó CAF a sí misma para pasar de ser un mero taller de vagones a competir con Alstom y Siemens: transformar información en conocimiento, conocimiento en innovación e innovación en crecimiento.
También te puede interesar
Lo último
Comedia sin título | Crítica de flamenco
Perlas coreográficas del universo lorquiano
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
La burbuja inmobiliaria
La ventana
Luis Carlos Peris
La falta de educación ya como plaga
La tribuna
¿La última vuelta al cole?