Juanma Moreno, junto a los líderes de CCOO, UGT y CEA, y su consejero de Presidencia, Antonio Sanz.

Juanma Moreno, junto a los líderes de CCOO, UGT y CEA, y su consejero de Presidencia, Antonio Sanz. / José Manuel Vidal/EFE

LE falta un Gaspar Zarrías y un Luis Pizarro, pero están en construcción. Manuel Chaves lo ha contado alguna vez a sus íntimos: “Le voy a pedir el copyright”. Juanma Moreno lleva desplegada una semana de lo más chavista: premios Meridiana, pacto social con Comisiones Obreras y UGT, entrega de galardones en Madrid a las comunidades andaluzas en el exterior con motivo del pasado 28 de febrero. Chaves no acertó con su sucesor y Juanma Moreno no es socialista, pero hasta ahora su inspiración no ha sido ni Javier Arenas ni Aznar ni Isabel Díaz Ayuso, sino ese presidente que gobernó la Junta casi durante 19 años.

Cuando el PP estaba en la oposición, criticaba esos pactos que le aseguraban al PSOE la paz social y que, a la postre, significaron la derrota por la vía judicial a causa del caso ERE. Pero una vez que ha contentado a su electorado más biológico con la supresión del impuesto de las herencias y el de las grandes fortunas, Moreno se ha afiliado a la estrategia socialista para afianzarse en el poder.

Su escudo protector es la confrontación con el Gobierno central, ha abrazado el andalucismo, lleva el diálogo como bandera, firma acuerdos con Comisiones y UGT y ha comenzado a elevarse sobre sus consejeros y dirigentes del partido. Como Manuel Chaves, que institucionalizó el cargo de presidente como un mediador de la sociedad andaluza, rehuye de todos los charcos, porque para eso tiene a sus consejeros.

En el PP, Antonio Repullo, el secretario general, apunta las maneras de un buen organizador para el partido; desde luego, es muy distinto a Loles López, que está mejor en Igualdad. A quien más se parece en el cargo es a Antonio Sanz, que se va a consagrar –ahora, sí– como fontanero general de la Junta. El consejero de Presidencia aceptó con humildad que Juanma Moreno le nombrará a un portavoz en la figura de Ramón Fernández-Pacheco, pero las llaves de San Telmo cuelgan de su cinturón como el de una aplicada gobernanta de hotel. Antonio Repullo está por construir, su primera prueba llegará pronto, el 28 de mayo, cuando veremos si es un buen gestor del PP de Andalucía.

Como Chaves, Juanma Moreno también tiene un hombre en Madrid, Elías Bendodo, y un previsible ministro de Hacienda en el Gobierno, Juan Bravo. Es un organigrama ideal, ahora se puede dedicar a levitar.

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