Pilar Cernuda

Malas noticias para Aguirre

Crónica personal

06 de septiembre 2014 - 01:00

HACE como que no, pero Esperanza Aguirre ha sufrido un fuerte varapalo.

La presidenta del PP madrileño interpreta a conveniencia el auto de la Audiencia Provincial, donde todo el mundo ve que los jueces consideran delito su rifirrafe con la policía municipal, Aguirre ve que esos jueces han considerado que ese rifirrafe fue una falta. Quizá está necesitada de recibir buenas noticias y se agarra a un clavo ardiendo. En cualquier caso es unánime la consideración de que la Audiencia ha visto delito donde otros veían falta, y Aguirre se encuentra ante una situación que puede echar por tierra su candidatura a la Alcaldía madrileña.

Alcaldía para la que no se ha postulado, hay que advertirlo, aunque son multitud, muchedumbre, los militantes y dirigentes del PP que deseaban y siguen deseando que ella encabece el cartel, y que se mostraban confiados en que finalmente Rajoy pidiera a la ex presidenta del gobierno regional que optara a la Alcaldía, lo que tendría respuesta afirmativa por parte de Esperanza Aguirre sin ninguna duda.

Ese escenario puede venirse abajo con el auto de la Audiencia Provincial, aunque aún queda camino judicial por recorrer. Pero ni es una situación cómoda para Aguirre ni tampoco lo es para Rajoy a pesar de que hasta ahora no existía absolutamente ningún indicio de que el presidente del Gobierno y del partido tuviera en la cabeza presentar a Aguirre como candidata a la alcaldía madrileña; pero siempre ha dicho que para él se trataba de un cargo de la máxima relevancia que pretendía mantener como fuera, y en el partido era y es un secreto a voces que solo dos personas podrían alcanzar la necesaria mayoría absoluta para que la Alcaldía de la capital permaneciera en manos del PP: Esperanza Aguirre y Soraya Sáenz de Santamaría, sólo dos. Desde luego, en ningún caso Ana Botella, que está acumulando antipatías en su partido porque esperaban que anunciara antes de verano su decisión de no presentar su candidatura por motivos personales. Lo que no ha hecho y no parece que esté dispuesta a hacer, lo que ha provocado un fuerte malestar en la cúpula y un amplio sector de la militancia que es consciente de que no ha sido la alcaldesa que esperaban los madrileños a pesar de que ha conseguido cuadrar los números. Pero poco más puede ponerse en su haber.

Quedan apenas siete meses para las municipales. Rajoy tenía esperanzas puestas en el cambio de la ley electoral y en conseguir un peso pesado para Madrid. Aprobar los cambios de la ley electoral se lo va a poner el PSOE muy cuesta arriba aunque está empeñado en hacerlo y, en cuanto a Madrid, uno de los pesos pesados ha quedado tocado por la Audiencia Provincial. Aunque no eliminado.

stats