Nervión, punto de apoyo para una empresa complicada

En el tercer duelo del curso con el Barça, los antecedentes no deben ser los que decidan

23 de enero 2019 - 02:35

Tercera confrontación del presente curso con el omnímodo Barça y lo cierto es que los antecedentes no invitan al optimismo. Situación que se agrava si nos remontamos a la final de Copa del Rey, que tuvo caracteres de catástrofe para los discípulos entonces del nefasto Vincenzo Montella. Y como si no quieres caldo, dos tazas, esta noche nueva colisión con el actual líder de LaLiga para colocar en situación complicada la continuidad en la Copa.

No anda el Barça fino en estos momentos, pero es líder destacado en LaLiga con una distancia sideral de trece puntos sobre un Sevilla que hasta hace nada le mantenía la mirada. Mirando la globalidad de las cosas hay que convenir en que el Barça atesora más puntos que juego y hoy no tendrá a Messi, ese futbolista que juega casi siempre y que siempre resulta decisivo. He ahí la gran ventaja culé sobre el resto de los mortales, por lo que importa poco en qué fase esté el equipo.

Pero centrémonos en el Sevilla para darnos de cara en la triste realidad de su pérdida de solvencia. Su derrota en Bilbao y su paupérrimo segundo tiempo de Chamartín ha desatado una crítica feroz sobre el equipo en general y muy en particular en el rol que están desempeñando Banega y Sarabia. Además, como suele ocurrir, se mezclan churras con merinas, sus respectivas situaciones contractuales con lo que andan ofreciendo en el terreno de juego.

Está claro que es el Barça quien parte de favorito en aras a estar en el bombo para semifinales, pero fútbol es fútbol y el Sevilla tiene archidemostrado que como local es gente. Y como local empieza esta eliminatoria la tropa de Pablo Machín, ese técnico modélico para muchos hasta hace nada y que también se sitúa en la diana de unas críticas quizás demasiado acerbas. Visto así el panorama, parece que predomina lo blaugrana, pero el Sevilla es el Sevilla, sobre todo en Nervión.

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