Fátima Díaz

Nieves no nos la da

Bicheo por la TDT

02 de febrero 2013 - 01:00

NO le molesta que la sigan llamando chica Hermida. Porque a Nieves Herrero, con más de un cuarto de siglo de trayectoria profesional a sus espaldas, no le molesta ya casi nada. De trabajar en las principales cadenas y emisoras de España, pasó a fichar en abril de 2011 por 13TV tras un paso fugaz por La 10. Pero a la periodista madrileña no le molesta conducir un magacine de tarde en la cadena católica. Es más, dice que le encanta sentirse miembro de un equipo en el que son como una "gran familia" en la que en cualquier momento se toma un café con el director general de la cadena, o echa un ratillo intercambiando impresiones con el director de su programa. Es feliz en una cadena pequeña. Su proyecto no es pequeño. Sabia decisión que sólo se puede tomar a sus cincuentaytantos años y con mucho curro -y críticas muy duras- a las espaldas.

Otra postura sabia es la de no molestarse -ni mojarse- en lo que sueltan sus colaboradores, un grupo irregular entre los que figuran desde Curri Valenzuela hasta Ramoncín, Julián Contreras Jr, Marisol Galdón o Mabel Lozano. En el medio de ellos, Nieves juega a poner cara de póker en su línea de que hacer Periodismo no tiene que ir ligado a ninguna tendencia, ni religiosa ni política, de la cadena. Lo dicho: no se molesta, ni interviene, ni se inmuta.

Te damos la tarde da una tarde tranquila, con opiniones variadas, con disputas sólo verbales y sin levantar la voz. Nada que ver con lo que ven otros espectadores a esas horas en Telecinco. La mejor opción, por tanto, para echar una siesta tardía. Pero un programa de actualidad, que es como se vende, nunca es imparcial del todo. Así que Nieves no nos la da.

La presentadora, desde luego, ha aprendido de sus errores. En su época dorada en De tú a tú (Antena 3), la periodista hizo una clara ostentación de telebasura con la primera entrevista a uno de los padres de las niñas de Alcásser tras ser hallados los cadáveres. Dicho especial, realizado desde una asociación de la localidad, se emitió en 1992 y arrancó como siempre con la sintonía divertida y juguetona del programa que se fundió, de repente, con el rostro de Fernando García, padre de una de las chicas asesinadas. A continuación, nuestra Nieves justificaba su presencia con un "se lo debía a las familias de Alcásser". En dicho plató improvisado se dieron cita familiares y vecinos de las niñas asesinadas. "Abrace a su hija, abrace a su hija", pedía Nieves a una de las madres, que se aferraba con desesperación a una foto de su niña. La telebasura estaba aún muy virgen. Quizás ni la propia Nieves entendía en ese momento que estaba comercializando con una tragedia. No se puede ser tan ingenua. Por eso ahora, que ya se sabe la lección, no se mete en camisa de once varas.

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