Antonio Sempere

Obras

Visto y Oído

27 de junio 2016 - 01:00

SABÍAMOS que Lara Siscar daba para mucho. Intuíamos que poseía cualidades más que suficientes para acometer proyectos que la llevasen a universos lejanos del plató de guardia de los informativos del Canal 24 Horas. Y, por sorpresa, nos la encontramos sustituyendo a Cayetana Guillén Cuervo en Atención obras. Con nuevo look. Pero nuevo novísimo. De tan cambiada, había que mirarla dos veces para reconocerla. Aunque quedaba claro, incluso antes de que apareciera el nombre en el rótulo, que no podía ser otra. Lara Siscar siempre fue mucha Lara Siscar.

El debut, en cualquier caso, no fue cómodo. En la primera entrega tocó lidiar a la nueva musa de la cultura con la actriz Antonia San Juan. Y en la pregunta inicial, aquella con la que se rompe el hielo, no pudo haber más tensión. Lara le preguntó por qué su nuevo espectáculo, Mi lucha, se titulaba igual que el libro que escribió Adolf Hitler. Y la grancanaria se quedó petrificada. Poco a poco, en un cuarto de hora que dio para mucho, incluso hubo lágrimas, cuando San Juan confesó lo mucho que le costó desterrar de su vida el miedo a los muertos. Fue entonces cuando el asunto se puso interesante, la entrevista lució en todo lo alto, y ese medio maravilloso capaz de lo mejor y de lo peor que es la televisión nos agarró por el cuello como en las grandes ocasiones. Lástima que todo acabara tan abruptamente. Claro, quedaban todavía 45 minutos . Pero qué importaba el resto de contenidos cuando se había llegado a tal punto de verdad. Menudo duelo el de Lara con Antonia. Nos da la impresión de que vuelve a reeditarse el caso Elena S. Sánchez. Lara Siscar ha venido para quedarse. Y es que en la plantilla de TVE hay mucha joya desaprovechada.

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