Portugalete, una cita envuelta en celofán

El Betis acude a la tierra de Eusebio Ríos dadivoso y que no falte el cuchillo en la boca

11 de enero 2020 - 02:34

Habitualmente se repite como un mantra la consideración de partido trampa y esta tarde bien podría el Betis toparse con esta especie. Luchar por la supervivencia en Copa del Rey a una sola bala y lejos de casa se ha cobrado muchas víctimas a lo largo del tiempo y por aquí no se olvidan morrocotudos batacazos en el Alfonso Murube ceutí o en Ipurua por centrarnos sólo en los que más repercusiones tuvieron para el fútbol según Sevilla.

Hoy se enfrenta el Betis a una de esas celadas que ofrece la Copa a muerte súbita, pero resulta que a fuer de insistir en que se trata de un partido trampa, muy torpe sería la tropa de Rubi cayendo en ella a pesar de las advertencias. Claro que en este tipo de ocasiones nunca faltaron las advertencias para que hubiera veces que no evitaron la catástrofe. Y es que, se mire como se mire, irse de la Copa tan pronto suele ser motivo frecuente de destituciones fulminantes.

Hoy se topa el Betis con un partido de esos, pero que tiene un componente sentimental que no debiera distraerle. Juega en Portugalete por vez primera en su historia y en esa población de la margen izquierda del Nervión nació un futbolista señero en el pasado del Real Betis Balompié. Por tanto, antes del inicio, el Betis rendirá consideración a Petra Patús, la viuda de Eusebio Ríos y madre de Roberto, que han sido y siguen siendo leyendas del club indiscutibles.

Llega, pues, este partido trampa con la trampa envuelta en el celofán del cumplimiento con la memoria, por lo que convendría saltar a la cancha portugaluja de La Florida con la sonrisa que demanda la buena educación y los dientes bien apretados que exige la competición. Todo es para no darle pie a la hecatombe, para que las cosas sean como deben ser y no como son cuando salta la sorpresa y el KO es para el poderoso. O sea que cordialidad, pero a su debido tiempo tan sólo.

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