Francisco / Andrés / Gallardo

El Puerto

Visto y oído

09 de noviembre 2011 - 01:00

EL programa Callejeros, fiel a su espíritu y estilo, se revolcaba en la hedionda realidad de la barriada de José Antonio en El Puerto de Santa María. En un lugar así, un "supermercado de la droga" como ha sido titulado durante años, no falta la cochambre integral, la basura acumulada y las ratas como gatos. Callejeros lo tenía fácil y lo peor no es lo que haya ofrecido ante toda España, sino la inoperancia de todas las administraciones por haber consentido durante lustros ese estercolero donde la degradación en todas sus manifestaciones actúa con impunidad.

El reportaje del pasado viernes en Callejeros huele a distancia, removiendo corazones y estómagos. Y ya que andaban por El Puerto no dejaron de grabar a cuantos desdentados, bizcos y pedigüeños se pusieron a tiro, que son gratis para sazonar la olla podrida. Es como si unos reporteros fueran a la sede de Mediaset y se recrearan sólo en las cañerías, los urinarios y los cubos de basura. Sería la realidad de Cuatro, pero no es toda la realidad: el típico defecto de los encuadres de estos reportajes con exceso de amarillismo. En Andalucía, por extraversión de la gente, es donde se acelera con más comodidad por el camino de las podredumbres.

El reportaje sobre El Puerto en Cuatro fue un recorrido por las miserias que conducen a lo inhumano en todas sus aristas. El rasgo más humano se hallaba en un indigente que lloraba al pie de la improvisada tumba de su perrillo, atropellado por un coche. Y uno tiene la suerte de haber pasado la vida en esa localidad, El Puerto, conocer a un buen puñado de vecinos y saber qué han hecho y qué no hacen los políticos. También conoce de sobra algunas historias personales de esos protagonistas traídos de los pelos para sacar al aire sus vergüenzas y su triste exhibicionismo. Callejeros, a fondo, habría encontrado más sustancia en ellos, pero claro, también menos sensacionalismo.

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