Recuerdos de fútbol como paliativo al arresto

Borracho de fútbol en la tele, nada como el Alemania-Francia del Mundial 82 en Nervión

21 de marzo 2020 - 02:32

Confinado y desarmado, ajeno a cuanto ocurre allende el portal, ver fútbol vintage es de los asideros más eficaces para no caerse de aburrimiento y tedio. No sé cuántas veces habré visto el España-Malta de diciembre del 83, ni cuántas habrán sido las jubilosas expresiones con aquel gol que marcaron al alimón Juan Señor y José Ángel de la Casa. Han sido innumerables, pero no he bajado la persiana por aquel significado y esta situación.

Y como ese España-Malta, un puñado de partidos que se quedaron grabados en la memoria y que reconforta volver a ver, aunque sólo sea para reparar en detalles olvidados. Un puñado de derbis de signo distinto, que si el gol de Olías a Monchi, el de Reyes a Adrián o aquel de "to er mundo al suelo" de Francisco en el área norte de Heliópolis. Recuerdos que se refrescan en estos días de ostracismo obligado por un arresto domiciliario al que no terminamos de acostumbrarnos.

La otra tarde tuve ocasión de revisar el partido más grande que vieron estos ojos que ha de comerse la tierra. Lo que vi desde el palco de prensa del Sánchez-Pizjuán aquella noche de junio de 1982 entre franceses y alemanes volví a a verlo el otro día y la verdad es que en esta ocasión el vídeo multiplicó la grandeza de lo vivido in situ. Aquel recital de la Francia de Platini, Tigana y Giresse que sería contrarrestada por la tenacidad teutona no más salir a escena Rummenigge fue tremendo.

Una manera más de ir sorbiendo el amargo cáliz que nos ha tocado en desgracia, pero una manera fantástica para los que estamos enganchados a este hermoso juguete llamado fútbol. Y en el empacho de tantos clásicos como ponen y que sirven para ver otra vez la cola de vaca de Romario a Alcorta, este recurso televisivo hace que los minutos no sean horas ni los días siglos, o, al menos, que todo nos sea más llevadero. Y acabo, que anuncian un derbi, otro derbi más.

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