Reencuentro con una noche mágica en Kaiserslautern

El confinamiento nos dio opción de recordar la noche que Alfonso se hizo leyenda bética

22 de abril 2020 - 02:31

Nuevamente vamos a entrar en el túnel del tiempo como recurso en este tiempo de confinamiento y crujir de dientes. Las tardes en esta insoportable clausura pasan como si las manecillas del reloj del tiempo se hubieran gripado en esta primavera robada, que a todos nos la han robado para los restos. Y no sólo el mes de abril, sino una parte importantísima de nuestras vidas, por lo que tiremos de recuerdos y más recuerdos.

Y antier lunes, casi a la misma hora que se cumplían los cuarenta años de un suceso histórico en Heliópolis nos dimos de bruces con un hito en la vida de algo tan sevillano como el Real Betis Balompié. Apareció en pantalla un partido del otoño de 1995 en aquel nido de águilas que es el Fritz Walter Stadion, sito en el monte Betzenberg de Kaiserslautern, localidad de la alemana región de Renania Palatinado y donde un servidor ya había estado en 1982 con el Sevilla.

De aquella lóbrega noche de diciembre del 82 quedaba Andreas Brehme tras una trayectoria de trece años por Milán y Zaragoza. El partido de ese magnífico Betis que Serra modeló y conducía con mano férrea fue el que hizo que Alfonso Pérez Muñoz entrase en el corazón del bético. Los dos golazos del getafense perduran en la memoria y con otro de Alexis tras espectacular pared de Pier concretaron el 1-3 que ponía prácticamente al Betis en la siguiente ronda.

Emocionaba volver a ver a Juanjo Cañas hacer kilómetros portando en la mano derecha el brazalete de luto por su madre fallecida tres días antes. Y era un Betis circunstancial, pues sufría ausencias como las de los centrales Ureña, Vidakovic y Roberto Ríos, suplidos esa noche por Olías y Merino más la ayuda al final de Quico, que murió poco después. El confinamiento da para cosas así y la verdad es que me encantó el reencuentro con una cita que jamás podremos olvidar.

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