El Sevilla, a olvidar el encorsetamiento en Ipurúa

La tropa de Lopetegui afronta cerrar la herida del domingo ante un Eibar en horas bajas

26 de septiembre 2019 - 02:31

Frescas aún las heridas del domingo por la inocua respuesta dada al Madrid y con el corazón alborozado por la distinción que supone albergar la final de la competición favorita, el Sevilla afronta esta tarde el reto de cerrar lo que abrió el testarazo de Benzema. Partido aparentemente mollar aun cuando sobreviva en el recuerdo aquella manita recibida en tiempos del infausto Montella en ese mismo rodeo entre montañas.

Cuando den las siete en todos los relojes de la tarde eibarresa, el Sevilla colisiona con la aguerrida tropa que tan bien hace funcionar Mendilibar. Ipurua es el prototipo de territorio comanche de cuantos componen LaLiga. Sus dimensiones, aparentemente más pequeñas que en realidad, la cercanía de la grada lo hacen proclive a que el visitante le coja asco antes de empezar a sudar, pero el Sevilla también sabe a qué sabe ganar en un rodeo tan a contraestilo.

Por ejemplo y sin alejarnos en el tiempo, hace un año menos tres días ganaba allí el equipo de Machín con doblete de Banega y apertura del marcador por parte de André Silva. Y curiosamente fue el hoy sevillista Joan Jordán el autor del gol azulgrana sobre la última campana. Y llega el partido con el Eibar acuciado por la máxima necesidad que supone encontrarse en los sótanos de la tabla tras no haber saboreado la victoria en ninguno de los cinco partidos librados.

Ocho puntos de distancia en sólo cinco citas es más que suficiente para determinar cuáles son los potenciales de ambos contendientes. Este Sevilla sólo ha fallado en casa, pues sus compromisos como viajero se han rematado con pleno de triunfos. Rentabilizando la solidez defensiva, el Sevilla va a Éibar con el objetivo de volver al confort de lo más alto. Algo más que posible siempre y cuando el encorsetamiento del domingo pasado no se repita en Ipurua, ese cáliz.

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