Sobran pacientes

¿Sobran estudiantes de medicina que irán al paro? Más bien lo contrario: sobran pacientes y faltan médicos

10 de enero 2017 - 02:34

En La taberna errante Chesterton satiriza los líos provocados por un político incompetente. En su artículo Los hospitales errantes la compañera Noelia Márquez daba ayer noticia de las carencias sanitarias imputables, como en la novela de Chesterton, a la incompetencia política; en este caso en la gestión de los fondos públicos. Los hospitales errantes son el Militar, el centro polivalente Murillo y el comarcal de Morón. Tres proyectos que están parados desde hace tres décadas (caso de Morón), desde 2002 (fecha en la que dejó de funcionar el Hospital Militar, traspasado a la Junta en 2005) y desde 2005 (fecha de aprobación del proyecto de construcción del centro de alta resolución Murillo, con servicio de Urgencias, en el solar del antiguo Equipo Quirúrgico).

Gobernar es atender prioridades. Y si hay una cuestión prioritaria es la salud. Se nos llena a boca cantando las excelencias de la sanidad pública española. Y es buena, ciertamente. Pero muy mejorable en dotación de plazas y de medios, en reformas de los centros existentes y construcción de otros nuevos. Es un escándalo que uno de cada siete estudiantes de medicina no pueda acceder a una plaza de MIR porque su número excede a las que ofertan las comunidades autónomas. Y es un escándalo que más de 1.000 médicos vayan al paro al acabar el MIR. Según el presidente de la Organización Médica Colegial "no se puede formar más médicos para luego tirarlos a la calle: es una locura por falta de planificación". ¿Dónde está el error? ¿Sobran estudiantes que no podrán acceder al MIR? ¿Sobran MIR que irán al paro? ¿Será que no hay pacientes para tanto médico y que a éstos les sobra el tiempo para atenderlos debidamente, que no hay listas de espera, que no faltan hospitales y centros de salud en ciudades, comarcas y pueblos? Parece que sucede más bien lo contrario: sobran pacientes y faltan médicos. Ésta es la locura por falta de planificación y no el exceso de estudiantes o de MIR.

Urge adecuar la oferta a la demanda, lo que en este caso supone crear más centros y dotar de más personal y medios a los existentes. Y esto depende exclusivamente de la voluntad política con que se establecen las prioridades presupuestarias. Se despilfarra mucho en muchas cuestiones en unos casos innecesarias y en otros menos urgentes que la debida atención sanitaria. Lo que también incluye, por cierto, la investigación.

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