Azul Klein

Charo Ramos

chramos@grupojoly.com

Valor

Entre tantas derrotas simultáneas, el Teatro Central nos regala la poesía de Erri de Luca y Pep Ramis

Encerrados en casa, teletrabajando, mirando una y otra vez la nómina de enero que no cuadra, pendientes de los atrasos del SEPE, temerosos. A diario alguien recibe en su móvil el mismo mensaje, la misma llamada: "Perdona, tengo que cancelar nuestra cita porque mi madre (o mi socio, o mi hijo) ha dado positivo por Covid y debo guardar cuarentena durante diez días". Las agendas se caen, la incertidumbre campa a sus anchas. Es especialmente amarga la noticia cuando esa madre se ha contagiado porque le ha transmitido la enfermedad la asistente social que la cuida por horas y que acude a varios hogares, ya que de ello depende su sustento. Nadie nos preparó para tantas derrotas simultáneas.

En nuestro barrio de San Lorenzo la pérdida del pintor Manuel Salinas cala como una lluvia fina, bajo un cielo gris que luego será azul conforme arrecie la tarde, una paleta similar a la que asociamos con sus diáfanas abstracciones.

Pero la vida sigue y el Teatro Central es la prueba: vuelve a calentarnos el corazón con una programación excelente que el pasado fin de semana llevaba los nombres de la compañía belga Peeping Tom y del bailarín mallorquín Pep Ramis, un esfuerzo programador que debería ilustrar en el resto de España el valor de la cultura segura. Fundador y alma con María Muñoz de la compañía Mal Pelo, en el solo que Pep Ramis presentaba en Sevilla, The mountain, the truth & the paradise, resumía su momento vital al traspasar el medio siglo y reflexionaba sobre las derivas de la especie humana sin renunciar al humor. Para ello hacía suyos los versos del poema Valor del escritor napolitano Erri de Luca, que sostienen la arquitectura de su espectáculo y él recita con voz grave y magnética. "Considero un valor cada forma de vida, la nieve, la fresa, la mosca./ Considero un valor el reino mineral, la asamblea de las estrellas…"

Si la poesía de Erri de Luca gozaba de seguidores fieles en toda Europa antes de esta crisis sanitaria, da la sensación de que el aislamiento que ésta trae aparejado han catapultado su palabra, su vida hondamente sentida y hasta su pasión alpinista. Con sus versos se abría también Gente que busca su bandera de Braulio Ortiz Poole (Maclein y Parker), tal vez el poemario que mejor ha reflejado en 2020 el espíritu de este tiempo bronco necesitado de revoluciones cotidianas y bienaventuranzas. Comparte Ortiz Poole con la poesía de Erri de Luca esa claridad esperanzadora que resuena todavía en nuestros oídos al salir del Teatro Central en la voz de Pep Ramis: "Considero un valor aquello que mañana no valdrá nada y aquello que hoy todavía vale poco./ Considero un valor todas las heridas".

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